Arenas movedizas de Henning Mankell.

Título: Arenas movedizas

Autor: Henning Mankell

Editorial: Tusquets editores

Págs: 374

Mi Opinión

El último libro de Henning Mankell, Arenas movedizas, un mosaico de pensamientos, de opiniones sinceras, de recuerdos, de reflexiones. Escrito después del diagnóstico de un cáncer, que como ya sabemos acabó con su vida el 5 de octubre del 2015.

67 breves ensayos con títulos como " El valor de tener miedo", "Todo ese amor olvidado", "¿cuánto dura la eternidad?", algunos de éstos para releerlos, para sumergirnos en una reflexión profunda sobre nuestro entorno, sobre la vida y también sobre la muerte.
Recuerdos que le han marcado de alguna manera entremezclados con reflexiones sobre temas de la vida, el miedo, los celos, el alivio, el futuro sombrío del planeta, el tiempo. Algunos más alegres, otros dolorosamente realistas, todos interesantes.

No coincido en todos los puntos con él, pero eso es lo de menos, tampoco penséis que es un libro que habla de su enfermedad porque aunque esta ahí entre las palabras, no es el tema dominante.

Con talento literario no duda en compartir con nosotros, los lectores, sentimientos, anécdotas, escenas que observó a lo largo de su vida, que sin ser una autobiografía nos expresa su punto de vista de una forma íntima a través de la cual podemos apreciar la personalidad, las sensaciones y sentimientos del autor. Éstos relatos se convierten en un fiel reflejo de su modo de mirar y de su actitud ante la vida.

Una mirada atrás para contarnos, que creció sin una madre ya que les abandonó cuando era pequeño, "para un niño es prácticamente insoportable que lo rechace su madre", su reencuentro años después con ella; la decisión de dejar el instituto "no porque me costaran los estudios. Simplemente, me parecía aburrido pasarme todas aquellas horas dormitando, porque yo ya había resuelto ser escritor"; el tiempo que pasó en París "lo que mejor recuerdo del tiempo que pasé en París fue que comprendí lo que significaba estar en lo más bajo de la sociedad"; el arte, la música y los libros como vías de  escape para apartar la vista de la enfermedad "Libros, ilustraciones y música. Así podía resistir lo insoportable" ; sobre la alegría y el ansia de vivir "todas las revueltas o revoluciones tratan de que los últimos de una sociedad exigen el derecho al deseo y la alegría de vivir. Quienes consideran que tienen derecho a decidir sobre las condiciones de vida de los demás sofocan brutalmente dichas insurrecciones"; la historia de dos niños que vivían en la calle en Maputo me sobrecogió; cuando habla de la sensación de sentirse perdido, extraviado "sufrir una enfermedad grave es haberse extraviado en el propio cuerpo, en el que sucede algo que uno no puede controlar".

Aborda todos los temas de una forma acertada, honesta, en algunos no falta una denuncia política y social, en especial me han gustado mucho, sin ser los más alegres, los que hace mención a África continente en el que pasó muchos años.

Quizá la reiterada aparición de algunos temas sea lo que menos me ha gustado, pero la brevedad de los mismos hace que no resulten cargantes.

Henning Mankell, conocido principalmente por sus novelas protagonizadas por el inspector Kurt Wallander, adaptadas al cine y la televisión y que le hicieron merecedor de numerosos premios. Un maestro de la novela negra contemporánea, un imprescindible de la novela policíaca con millones de lectores en todo el mundo.
En la adolescencia dejó el instituto porque tenía claro que quería ser escritor, se trasladó a París donde trabajó como reparador de clarinetes. A comienzos de los 70 escribió sus primeras piezas teatrales y cuentos infantiles.
Un enamorado del continente africano, en concreto de Mozambique, donde dirigió en Maputo el Teatro Avenida. Vivió entre África y Estocolmo.

La vida es breve. En tanto que la muerte dura mucho, muchísimo.
-¿ cuánto dura la eternidad?- pregunta el  niño.
¿Quién responde a esa pregunta?

Por supuesto que os lo recomiendo, yo he disfrutado mucho de este interesante y enriquecedor recorrido por sus recuerdos.


Gracias por leerme amigos.