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25/10/20

Todo esto para qué. Lionel Shriver.


Título: Todo esto para qué.
Autora: Lionel Shriver.
Editorial: Anagrama.
Fecha 1ª publicación: 2010.
Págs: 557.

Con frecuencia las historias sólo son pretextos para hacernos reflexionar sobre infinidad de temas de interés general, y además algunas veces esas historias también tienen el poder de entretenernos. Ya lo hizo con su novela "Tenemos que hablar de Kevin"  donde planteó una profunda reflexión sobre la maternidad y ahora en esta lectura la autora pone el dedo en la llaga sobre los abusos y las deficiencias del sistema sanitario estadounidense, las consecuencias económicas de enfermarte en ese país, incluso teniendo seguro médico, ya que igualmente es fácil que acabes perdiendo todos tus ahorros. 

Cansados de tanto ruido, sin tener tiempo nada más que para trabajar, ¿a quién no se le ha pasado por la cabeza en algún momento irse a una isla paradisíaca buscando una existencia más simple, más tranquila?, seguro que a más de uno, pero para esto se necesita contar con el capital necesario y realmente esto es un problema. Pues este es el plan de nuestro protagonista, Shep, abandonar su vida en los Estados Unidos y emprender un viaje sin retorno a una isla africana donde poder vivir con los ahorros conseguidos. Es su sueño, meticulosamente planeado, largarse a "la otra vida", la verdad es que poco a poco consigue contagiarte de esta ilusión, realmente es importante tener sueños, intentar alcanzarlos, defenderlos ante los demás. Shep tiene el dinero suficiente, hasta los billetes de avión comprados para tres, esperanzado de que su mujer y su hijo de 16 años se unan. Pero sus planes no van a salir como espera, su mujer tiene algo que anunciarle que cambiará radical y dramáticamente su proyecto. Van a necesitar su seguro de salud, eso quiere decir que no va a poder abandonar su pésimo trabajo, de momento adiós a su sueño y hola a la nueva pesadilla en la que su vida se va a convertir, sus ahorros tendrán que destinarse a otra cuestión.

Hay otra trama paralela, la de su amigo Jackson, tiene una hija enferma con un trastorno genético raro, una enfermedad degenerativa espantosa que sólo tiene un final. Jackson es un personaje lleno de ira, abundan a lo largo de las páginas sus discursos cínicos contra la sociedad estadounidense, sus diatribas políticas que acaban resultado un tanto pesadas y ocupan demasiado espacio. No obstante esta historia también acaba por tirar del lector queriendo saber. 

Por si esto fuera poco, está el padre de Shep, ha llegado la temida hora de que el pobre ya no puede cuidar de si mismo y a pesar de ser propietario de una casa, de haber trabajado y pagado durante años sus impuestos, el gobierno no va a hacerse cargo de su atención. Así que será Shep el que se acabe ocupando de él, no podía ser de otra manera.

Suena bastante desolador todo y así es, un tanto desdichado, como cabría esperar por los temas tratados. Demasiadas enfermedades en una lectura, pero aún sobrándole algunas páginas y dejando a un lado que el final no acabó de convencerme, demasiado dulzón, la naturalidad con la que está narrada la historia logra que el lector se involucre en la vida de estos personajes. Lionel Shriver  tiene la gran habilidad de crear a sus personajes, de darles voz propia, ninguno en esta novela es particularmente agradable, pero sí son convincentes, extremadamente reales.

Shep podría ser ese marido que toda madre desea para su hija, generoso, atento, intachable en su conducta, nada quejoso, tan tan que acaba siendo irritante. Su mujer Glynis, fría, hosca, en general bastante desagradable en el trato; Jackson, desbordante de ira, terriblemente inseguro frente a su mujer, la cual mantiene en todo momento una calma sobrecogedora. Un elenco de personajes todos bien definidos que empujan la trama.

La enfermedad nos transforma, el dolor también, el sufrimiento nos paraliza, las palabras se nos atascan, nos volvemos torpes y en muchas ocasiones elegimos mal el decir y el estar. En ocasiones tendemos a tratar al enfermo de una forma casi beata, ofreciéndonos para todo continuamente, pero otras nos alejamos, desaparecemos, nos aterra enfrentarnos a la agonía de la angustia. Esta autora nunca tiene miedo de abordar temas controvertidos y desagradables, en la novela que nos ocupa examina de manera cruda el comportamiento de las personas ante la enfermedad y ante la muerte, como nos enfrentamos y respondemos cuando alguien querido enferma.

Me quedo con el título, lúgubre, inquietante, en el cual todo queda resumido, Todo esto para qué... pienso que siempre por la esperanza que anhelamos aún cuando los pronósticos sean nefastos.


 
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