Leer, escribir, compartir

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26/1/17

Puente de los Suspiros de Richard Russo.


Título: Puente de los Suspiros.
Autor: Richard Russo.
Editorial: Alfaguara.
Págs: 687.
Fecha de publicación: 2007

Tras vivir sesenta años en el mismo lugar, atendiendo el negocio familiar, Louis decide viajar por primera vez para visitar a su amigo Bobby en Venecia, donde éste se ha convertido en un pintor famoso. Quiere preguntarle por qué huyó de Thomaston siendo un adolescente y nunca más quiso volver. Pero mientras prepara la partida, los recuerdos irrumpen para demostrarle que nada es tan simple como pensaba y que todos en el pueblo, incluido él mismo, esconden secretos de los que nunca se habló.

Comienza la historia con Louis Charles Lynch, cruelmente apodado Lucy, escribiendo sus memorias, compartiendo con nosotros los lectores sus recuerdos mientras planea un viaje a Venecia junto a su mujer Sarah. Allí esperan reencontrarse con el amigo de ambos de la infancia, Bobby, ahora un reconocido pintor.
Lucy es el principal narrador de esta historia, un narrador que sabemos no es muy fiable, que no nos cuenta todo, que tiene sus secretos, de los que nos vamos a ir enterando. Para ello se irán añadiendo otras voces como la de su esposa Sarah o la de Bobby.
Seguimos la vida de Lucy desde la infancia hasta los 60 años, 600 páginas que abarcan tres generaciones. El escenario de esta narración es Thomaston, una pequeña ciudad al norte de Nueva York por la que pasa el río Cayoga en el que una curtiduría vierte sus tintes y productos químicos elevando el índice de cáncer entre la población y siendo por contra la industria de la que depende el trabajo de muchas familias. Thomaston, dividido en tres barrios, tres barreras sociales, en una viven los más pobres, en otra la clase media y en otra los más adinerados, separados por la calle División, un nombre que le viene al pelo. Según mejora o empeora la economía de sus habitantes, se van trasladando de un barrio a otro.
Cuando el padre de Lucy se queda sin trabajo decide comprar una tienda de comestibles, de esas que que quedan pocas, el Ikey Lubin´s, un lugar que se convertirá casi en otro personaje más de la novela, un punto de encuentro para los amigos, un lugar acogedor donde siempre serán recibidos con amabilidad y cariño, un lugar donde sentirse cómodos. Esa tienda que comienza como un error acabará convirtiéndose en el futuro de Lucy y su mujer.

A lo largo de la historia les vas cogiendo cariño a los personajes, y prosigues la lectura queriendo saber qué les va a suceder. Son personas sencillas con vidas tranquilas, a través de ellos Richard Russo explora como nuestras familias moldean nuestra vida, como todos tenemos asuntos pendientes que en su momento no se abordaron, la vida con nuestros pasos en falso, con nuestros errores. Un elenco de personajes trabajados y coherentes, hombres y mujeres de la clase trabajadora luchando con los problemas de la vida cotidiana, que te acaban resultando inolvidables. Me gustó el contraste en las aptitudes de los protagonistas, la madre y el hijo, la esposa y el marido, los hermanos, los amigos, la hija y el padre, el profesor y los estudiantes, caracteres enfrentados a lo largo del libro.
Richard Russo te hace que entres de lleno en la historia de estos personajes, pensando en ellos incluso cuando ya has acabado el libro.

La relación que mantiene Lucy con su amigo Bobby es muy interesante. Uno, tímido, necesitado, que admira a su padre por encima de todo, que se acabará casando con su novia de la adolescencia (la única que tuvo), que no se moverá más allá de los límites de su ciudad. El otro, decidido ,confiado, que desprecia a su padre, que se irá para no volver, se casará más de una vez y se convertirá en un famoso pintor. Una amistad unilateral, Lucy necesitaba tanto de un amigo que no veía que sólo para él aquella relación importaba. Bobby que no era mal chico, nunca le dijo nada desagradable, pero supo ignorarle. Dos polos opuestos en todos los sentidos.

Lo que menos me ha gustado han sido los momentos en los que la narración saltaba a Venecia para seguir la vida de Bobby, me parecieron menos intensos y sin profundizar, para volver enseguida a Thomaston y no regresar a ellas hasta pasado tantas páginas que casi tenías Venecia olvidada. Así como extraño me pareció que Bobby se convirtiera en un prestigioso pintor cuando no teníamos ninguna pista de sus dotes artísticas durante la narración.
Sin embargo, disfruté especialmente con el relato de cuando Lucy era niño, me pareció tierno y melancólico.

A veces nos encontramos con personas que para ser felices les basta con algo pequeño pero bueno y para ellos es suficiente, así son y así les pasa a algunos personajes de esta historia. Con la vida que llevamos, acelerados, queriendo hacer mil cosas y con otras mil en la cabeza, ¿quién alguna vez no ha anhelado una vida tranquila en un pequeño pueblo?. A veces da la impresión que lo queremos todo.

Me desconcertó un poco los capítulos finales, no me entusiasmó la resolución, pero no desmerece el resto. La manera de narrar de Russo es sobresaliente.
No es una lectura para lectores impacientes, pero si te gustan las novelas de personajes, sin duda éste te gustará.

Este libro ha sido mi introducción a este autor al que si bien conocía por su Premio Pulitzer con su novela Empire Falls en el 2002, todavía no había leído nada de él. Y me ha gustado, quizás un poco largo, en todo caso, agradable...De todas formas no será la única novela que lea de este autor.

Y hasta aquí mi opinión sobre una  novela en la que lo único que pasa es LA VIDA.

Os dejo en el aire una pregunta que asoma en la novela en más de una ocasión, ¿es mejor querer o que te quieran?...Yo no estoy segura de saberlo y ¿tú?.


Nació en 1949 en Jonhnstown, Nueva York, y estudió en la Universidad de Arizona. Es autor de las novelas Mohawk, Alto riesgo y Ni un pelo de tonto, que fue llevada al cine con Paul Newman como protagonista. También escribió la novela The straight man y el libro de relatos La hija de la puta. En el 2002 obtuvo el Premio Pulitzer por Empire Falls, que se convirtió en un éxito de ventas. Puente de los Suspiros superó todas las expectativas de lectores y críticos.
También ha trabajado como guionista
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15/1/17

Reto Nos gustan los clásicos

Primera edición del Reto Nos gustan los clásicos, organizado por Un lector indiscreto.



No siempre me apetece leer novedades editoriales, de vez en cuando recurro a esas lecturas consideradas clásicos que no pasan de moda y que perduran largo tiempo en nuestra memoria. Por eso al descubrir este reto decidí participar sin dudarlo.

Resumiendo os diré que el reto consiste en leer durante este año un mínimo de cinco clásicos, fecha máxima de publicación de la primera edición, 1.990.

Para más información os aconsejo pasaros por aquí y animaros a participar.

En esta entrada iré actualizando mis lecturas.

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1/1/17

Reto: Libros olvidados 2017


Nuevo año, nuevos retos a los que apuntarse. Me llamó la atención de éste el nombre, Libros olvidados, de inmediato me dije que a este reto me tenía que apuntar, excelente manera para ir rescatando esos libros que tenemos hace años y que los vamos relegando por novedades literarias del momento. Además es bastante sencillo, leer libros que hayan sido publicados antes del 2011.

Si queréis participar en este estupendo reto, saber que lo organiza el blog No solo leo. Pasaros por allí que lo tienen muy bien explicado.

En esta entrada iré poniendo los libros que vaya leyendo.



Mis libros olvidados:





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