La estrella de quince puntas de Noelia Lorenzo Pino

Título: La estrella de quince puntas.

Autora: Noelia Lorenzo Pino.

Editorial: Erein.

Año publicación: 2020.

Págs: 408.

Todo comienza con el hallazgo de un cuerpo de mujer blanca, desnudo y decapitado, con las yemas de los dedos abrasadas con ácido, de ahí la consiguiente dificultad para identificarlo. Este es el inicio de la cuarta entrega de la saga protagonizada por el suboficial Jon Ander Macua y la agente Eider Chassereau que serán, por supuesto, los encargados de esta investigación.

Otra víctima hallada en similares circunstancias les llevará desde Gipuzkooa hasta Bizkaya, esta vez sí podrán identificarla, era la mujer de un Careaga, una familia adinerada, una familia llena de traumas y oscuros secretos.

Y hasta aquí os puedo contar, más sería deciros demasiado y en esta clase de novelas, eso sería imperdonable.

Entrega tras entrega Noelia nos ha ido desarrollando a los protagonistas de esta saga, tejiendo una trama personal y profesional, intercalándolas con gran éxito. Nos ha ido ampliando sus vidas y sumergiéndonos en ellas, nos los ha hecho tan reconocibles que los sientes ya como si fueran un par de amigos tuyos. En La estrella de quince puntas, las relaciones personales ocupan un espacio importante, entre Jon Ander y Eider todo se complica un poco, y vaya cómo nos gusta esto a los lectores...Parece ser que no sólo nos interesa ni nos vale el preguntarnos el quién y el porqué, también disfrutamos y mucho además, de verles crecer, de verles vivir, verles desarrollarse como personajes, nos impulsa a seguir la saga, a querer saber y a desear el próximo libro.

Como en un puzle, Noelia nos va mostrando las piezas, y ella será la que cuando quiera ponga la última, todo encaje y nos deje con la boca abierta, y con todas tus suposiciones seguramente por el suelo. He cambiado tanto de parecer a lo largo de las páginas, primero pensaba que uno, luego decía que otra, y así hasta el final, que me estalló en la cara. Y es que a mí esa incertidumbre de no saber por dónde van los tiros, me engancha mucho, tanto que me acabo leyendo el libro casi de tirón.

Entre Gipuzkoa y Vizcaya, la ambientación como siempre para mí, una protagonista más de la historia. Recrea perfectamente los lugares, las sensaciones, la cotidianidad de sus gentes...y yo me veo en esas calles, bajo esa lluvia, en esos bares, en cada rincón de las novelas de Noelia, me veo en casa.

La estrella de quince puntas, animal carroñero y depredador, como el dolor, proceda de donde proceda, de un pérdida, de abusos, del maltrato, da igual, es devastador, nos desespera, pudiendo incluso nublarnos el juicio. De hecho el dolor está presente en muchas de las decisiones que tomamos y en muchas de nuestras acciones, y en ocasiones, como les sucede a algunos de los personajes de esta novela, les hace estar resentidos con la vida y con los demás.

Pues he aquí la cuarta entrega de la saga protagonizada por Eider y Jon Ander, yo diría con la trama más compleja y la más redonda de todas. Noelia nos vuelve a dar todo aquello con lo que nos ha seducido en sus novelas, la ambientación, los personajes, pero esta vez todo con más intensidad, una trama más pulida y con más fuerza.

Por supuesto sobra deciros que os recomiendo esta lectura, o cualquiera de los de Noelia, libros adictivos, muy entretenidos. Tiene una forma de escribir, de narrar muy fluida, con un lenguaje muy visual, y además maneja muy bien el suspense, manteniéndonos pegados a las páginas hasta el final.

En definitiva que lo hace muy bien, que está teniendo grandes reconocimientos (me alegro un montón), que ya le han otorgado diferentes premios y seguro más que estarán por llegar.

Os digo una cosa, seguramente si comenzáis por esta novela, al terminarla, sí o sí querréis leer las demás, descubriendo desde el principio y por orden estos personajes y por supuesto a esta gran autora.

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Todo esto para qué. Lionel Shriver.

Título: Todo esto para qué.

Autora: Lionel Shriver.

Editorial: Anagrama.

Fecha 1ª publicación: 2010.

Págs: 557.

Con frecuencia las historias sólo son pretextos para hacernos reflexionar sobre infinidad de temas de interés general, y además algunas veces esas historias también tienen el poder de entretenernos. Ya lo hizo con su novela "Tenemos que hablar de Kevin"  donde planteó una profunda reflexión sobre la maternidad y ahora en esta lectura la autora pone el dedo en la llaga sobre los abusos y las deficiencias del sistema sanitario estadounidense, las consecuencias económicas de enfermarte en ese país, incluso teniendo seguro médico, ya que igualmente es fácil que acabes perdiendo todos tus ahorros. 

Cansados de tanto ruido, sin tener tiempo nada más que para trabajar, ¿a quién no se le ha pasado por la cabeza en algún momento irse a una isla paradisíaca buscando una existencia más simple, más tranquila?, seguro que a más de uno, pero para esto se necesita contar con el capital necesario y realmente esto es un problema. Pues este es el plan de nuestro protagonista, Shep, abandonar su vida en los Estados Unidos y emprender un viaje sin retorno a una isla africana donde poder vivir con los ahorros conseguidos. Es su sueño, meticulosamente planeado, largarse a "la otra vida", la verdad es que poco a poco consigue contagiarte de esta ilusión, realmente es importante tener sueños, intentar alcanzarlos, defenderlos ante los demás. Shep tiene el dinero suficiente, hasta los billetes de avión comprados para tres, esperanzado de que su mujer y su hijo de 16 años se unan. Pero sus planes no van a salir como espera, su mujer tiene algo que anunciarle que cambiará radical y dramáticamente su proyecto. Van a necesitar su seguro de salud, eso quiere decir que no va a poder abandonar su pésimo trabajo, de momento adiós a su sueño y hola a la nueva pesadilla en la que su vida se va a convertir, sus ahorros tendrán que destinarse a otra cuestión.

Hay otra trama paralela, la de su amigo Jackson, tiene una hija enferma con un trastorno genético raro, una enfermedad degenerativa espantosa que sólo tiene un final. Jackson es un personaje lleno de ira, abundan a lo largo de las páginas sus discursos cínicos contra la sociedad estadounidense, sus diatribas políticas que acaban resultado un tanto pesadas y ocupan demasiado espacio. No obstante esta historia también acaba por tirar del lector queriendo saber. 

Por si esto fuera poco, está el padre de Shep, ha llegado la temida hora de que el pobre ya no puede cuidar de si mismo y a pesar de ser propietario de una casa, de haber trabajado y pagado durante años sus impuestos, el gobierno no va a hacerse cargo de su atención. Así que será Shep el que se acabe ocupando de él, no podía ser de otra manera.

Suena bastante desolador todo y así es, un tanto desdichado, como cabría esperar por los temas tratados. Demasiadas enfermedades en una lectura, pero aún sobrándole algunas páginas y dejando a un lado que el final no acabó de convencerme, demasiado dulzón, la naturalidad con la que está narrada la historia logra que el lector se involucre en la vida de estos personajes. Lionel Shriver  tiene la gran habilidad de crear a sus personajes, de darles voz propia, ninguno en esta novela es particularmente agradable, pero sí son convincentes, extremadamente reales.

Shep podría ser ese marido que toda madre desea para su hija, generoso, atento, intachable en su conducta, nada quejoso, tan tan que acaba siendo irritante. Su mujer Glynis, fría, hosca, en general bastante desagradable en el trato; Jackson, desbordante de ira, terriblemente inseguro frente a su mujer, la cual mantiene en todo momento una calma sobrecogedora. Un elenco de personajes todos bien definidos que empujan la trama.

La enfermedad nos transforma, el dolor también, el sufrimiento nos paraliza, las palabras se nos atascan, nos volvemos torpes y en muchas ocasiones elegimos mal el decir y el estar. En ocasiones tendemos a tratar al enfermo de una forma casi beata, ofreciéndonos para todo continuamente, pero otras nos alejamos, desaparecemos, nos aterra enfrentarnos a la agonía de la angustia. Esta autora nunca tiene miedo de abordar temas controvertidos y desagradables, en la novela que nos ocupa examina de manera cruda el comportamiento de las personas ante la enfermedad y ante la muerte, como nos enfrentamos y respondemos cuando alguien querido enferma.

Me quedo con el título, lúgubre, inquietante, en el cual todo queda resumido, Todo esto para qué... pienso que siempre por la esperanza que anhelamos aún cuando los pronósticos sean nefastos.

 

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Los asquerosos de Santiago Lorenzo.

Título: Los asquerosos.

Autor: Santiago Lorenzo.

Editorial: Blackie Books.

Año publicación: 2018.

Págs: 221.

Aquí os traigo la nueva historia de Santiago Lorenzo, la de un tipo, Manuel, que anda sobreviviendo en un pueblo perdido de la España vacía. Una vez más, Santiago me hace disfrutar, me hace leerle con entusiasmo porque siempre consigue hacerme reír mucho y aunque reconozco que soy de sonrisa fácil, es harto raro el que un libro me produzca carcajada, y Santiago lo consigue.

Manuel, como cualquier hijo de vecino, trabajaba muchas horas, cobraba poco, y la mayoría de las veces en ocupaciones que nada o poco tenían que ver con sus estudios. El tío era un mañoso con las herramientas, pero lo que es con las amistades era un perdido y si hablamos de mujeres, un verdadero desastre. Bien, pues este personaje acaba teniendo un incidente con un policía antidisturbios, y asustado, pensando que le había mandado al otro barrio, decide esconderse en un lugar perdido de Castilla, Zarzahuriel, no vaya a ser que le andaran buscando para encarcelarlo.

Y allí, en ese pueblo totalmente deshabitado al que ha ido a parar por casualidad, intentará sobrevivir, haciendo uso de su inventiva y con la ayuda de su único tío que le enviará alimentos y útiles varios desde un Ldl.

Día a día Manuel irá descubriendo que no necesita más ni de nadie más, y que ahí en su soledad se encuentra más que feliz. Eso de hacer en cada momento lo que le da la real gana le está sentando genial, vamos que hacía tiempo no se sentía mejor. Quejándonos como andamos siempre por la falta de tiempo, desde luego se diría que lo que Manuel tenía sin duda era un lujazo.

Si pensáis que este tipo podía llegar a aburrirse rodeado como estaba de nadie, nada más lejos. Ya dicen que cuanto menos tienes menos necesitas, pues nada en el caso de Manuel desde luego así fue. Pasó de la soledad obligada a la elegida, y se lo pasaba en grande, descubriendo y haciendo. Y así dicho parece que no es nada el asunto, pero a mí desde luego un poco me asusta, eso de estar en la más absoluta soledad, ni con quien hablar, ni a quien ver...

Pero un día se presentan los mochufas, los asquerosos, (que bien podríamos encajar en este colectivo cualquiera de nosotros) a pasar los fines de semana en la casa de al lado, eso que se lleva tanto de la segunda residencia para los de la ciudad. Así que de pronto Manuel de viernes a domingo se las pasa escondido, viendo como viven los vecinos, y deseando que se vayan para no volver. Ya se encargará él de que se le quiten a esos las ganas de tanto campo.

Páginas llenas de chispa, de gracia, y de reflexión también, pero sin discursito. Divertida y singular, a mí es que Santiago Lorenzo me gusta mucho como escribe, esa forma suya tan peculiar, tan añeja, ese vocabulario medio inventado. Y que decir de sus personajes, cuando no es el feo, es el pobre, o el medio loco, esos que andan siempre sobreviviendo en los márgenes, todos dan una penita... Maravilloso Santiago.

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Llenos de vida de John Fante

Título: Llenos de vida.

Autor: John Fante.

Editorial: Anagrama.

Fecha 1ª publicación: 1952.

Págs: 157.

Hurgando entre libros ya leídos me topé con esta novela de John Fante, me traía buenas sensaciones, buenos recuerdos, comencé de manera tonta a pasar las páginas y ya no pude parar hasta el final.

A Fante la fama le llegó tarde, el reconocimiento de críticos y  lectores lo alcanzó después de su muerte. Gracias a Bukowski que alentó a su amigo John Martin de la editorial Black Sparrow Books a volver a publicar todos los libros de Fante, su obra fue reeditada y muchos pudimos tener el gusto de conocerla. El gusto sí, porque es un placer leerle, porque sus libros entretienen, divierten, porque nos muestra la vida misma con una buena dosis de pura ironía que pocos saben hacer tan bien y que a mí tanto me agrada.

En esta novela nos cuenta una parte de su vida, él y su mujer Joyce esperan su primer hijo. Y ante esta inminente llegada, un cóctel de sensaciones, nervios, miedo, cambios de humor, ya sabemos que es este un momento hermoso, pero muy delicado...y encima descubren que las termitas están devorando la casa que no hace tanto han comprado y en la que esperan recibir a su primogénito. Ante esto nada mejor que recurrir al viejo Fante, un italiano tozudo, apegado a las tradiciones, que vendrá al rescate, colorido personaje, pero ¿será buena idea?. Desde luego nada saldrá como John tenía previsto, padre y mujer se convertirán en cómplices, quedando atrapado entre la tormenta emocional en la que se encuentra su esposa y los reproches constantes de su viejo.

Todas sus novelas son en parte autobiográficas, todo parte de lo vivido, mezclando realidad y ficción nos retrata su vida con esa forma suya tan original de contar banalidades que se convierten en algo extraordinario. Aquí todos los personajes se dicen lo que piensan sin censuras llegando a resultar de lo más cómico. Simpatizamos con esta familia de cínicos, tozudos, divertidos, y entrañables. Resulta fácil acercarse a estos personajes que protagonizan escenas de lo más hilarantes.

Sal en las sábanas para procrear un varón, orina de vaca para que a los calvos les salga pelo, una rodaja de limón atado a la muñeca para bajar la fiebre, abundan las referencia a supersticiones, de lo más curiosas, ¿qué habrá de cierto en ellas?, desde luego los padres de Fante las creen a pies juntillas y siempre que tengan la oportunidad las llevarán a cabo, chocando con la modernidad de sus hijos que no tienen nada claro que esas creencias populares tengan efecto alguno. La verdad es que en ocasiones estamos tan ávidos de respuestas y explicaciones que nos da por confiar en métodos totalmente irracionales.

Es esta una corta lectura, fluida, agradable, emocionalmente atractiva que se disfruta de principio a fin. Un estilo sencillo, natural, muy eficiente, sin grandes florituras, sin detalles innecesarios. Es una mezcla de ironía y ternura que te dibuja una sonrisa triste. Una lectura llena de vida.

Nadie discute con la madre de su futuro hijo. se hace lo que se puede y se procura tenerla contenta. uno ha perdido categoría a sus ojos y simplemente se le tolera, el papel que ha representado es mínimo, la estrella del espectáculo es ella y se espera que uno pase por el aro, porque así se escriben los guiones. si no, la puedes molestar, puedes angustiarla y de rebote molestar al niño.

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