Leer, escribir, compartir

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21/12/17

Mi drástico plan.

Relato presentado al concurso mensual El tintero de oro que organiza David Rubio en su blog Relatos en su tinta.

Mi carácter dócil, callado, sumiso, mi disposición siempre a querer complacer a los demás, entre otros rasgos, hacían que fuera del tipo de persona las cuales ponemos una y otra vez la otra mejilla. Una buena persona, sí, sin nada de carisma, pero buena muy buena. Mira por donde esta forma de ser tan complaciente a mí sólo me trajo problemas. Siempre fuí objeto de burla de todos mis compañeros, el tontín del colegio primero y luego el tontín sin más porque a medida que crecía peor me iba.
Fuí el primero al que el acné dió la bienvenida, y ya sabéis los que hayáis pasado por esa experiencia el mucho juego que puede dar a tus enemigos. Mi aspecto empeoró y con ello las burlas, siendo cada vez más crueles, permitiéndose incluso alguna vez usar la violencia física. Continuamente me trataban con aires de superioridad, ridiculizándome, incluso el más estúpido lo hacía. Las palabras son incapaces de describir el calvario que pasé. Inadaptado, rechazado, humillado, resignado.

Pasado el tiempo, a los del colegio les perdí de vista, pero llegaron otros, en el barrio, en el trabajo, ahora que lo recuerdo con cierta tranquilidad, siempre hubo otros. Cada vez despreciaba más al género humano, me parecían mezquinos.

"Yo no era el problema", cuántas veces oí esto, "ellos y sólo ellos eran los culpables". Lejos de calmarme estas frases de consuelo que me daban, una inmensa rabia se fue apoderando de mi persona. Acumulé tanto odio que olvidé quien era y esos sentimientos tan buenos que os conté al principio me distinguían, fueron desapareciendo.

¿Qué opciones tenía? ignorarlos, encerrarme en casa y aislarme del mundo, intentar inmunizarme de alguna manera contra el dolor, incluso dejar esta vida si total no me traía más que dificultades, pero cuando me ponía a pensar seriamente en ellas me daba cuenta de que ninguna de estas alternativas me interesaban, ninguna era la solución para acabar con mis desgracias y aún era pronto para encontrarme con mi muerte. Así que soporté lo mejor que pude los agravios que me hicieron, resistí como me fué posible, sabía que tanta mezquindad no podía quedar impune, y quien mejor que yo para ser el encargado de castigarlos.

Ideé un ambicioso proyecto con un claro objetivo, la venganza. Este plan ocupó todo mi tiempo y todos mis pensamientos durante años. Difícil y largo explicaros cómo se me ocurrió, pero una vez tomada la decisión se convirtió en una obsesión.

Lamento discernir con aquello que dicen de que el vengarse no le va a solucionar a uno las cosas y no le va a hacer sentirse mejor, totalmente incierto en mi caso, para mi fue muy dulce, y muy gratificante. Me dedicaron alguna portada en los principales periódicos, hablaron de mí en la televisión, me sentí especial. Nunca tuve remordimientos, mi conciencia no mostró arrepentimiento alguno, ese sentimiento humano que suele llegar después de cometer actos como el mío, la culpa, en mi caso no existió. Busqué concienzudamente a cada uno de aquellos que se rieron de mí y los maté.

No voy a entrar en detalles, no quiero arruinarles el día. Sólo deciros que lo que hice hubiera dejado impresionado a cualquiera de los más conocidos asesinos de la historia. Me cogieron por supuesto, eso también entraba dentro de mis planes.  

Sé que hize daño, porque había gente que me quería, pero no me fué suficiente, el amor de unos pocos no me salvó. Ahora aquí encerrado, con todo el tiempo del mundo para pensar, por más que intento recordar aquel que fuí no logro hacerlo, es como evocar a alguien que nunca existió.




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10/12/17

Yo te quise más de Tom Spanbauer.

Título: Yo te quise más.
Autor: Tom Spanbauer.
Editorial: Random House.
Págs: 440.
Año 1ª publicación: 2013.

Hank y Ben establecieron una profunda amistad en el Nueva York de los años ochenta. Hank era heterosexual, y Ben, a pesar de haberse acostado con mujeres, un homosexual en toda regla. En los años noventa, Ben, ya sin Hank y enfermo de sida, se enamoró de Ruth, una de sus estudiantes de escritura creativa en Portland.
El día que Hank apareció de nuevo en escena, nada pudo evitar que se cumpliera aquella famosa " regla del tres" según la cual a un trío siempre se le acaba sumando un cuarto o restándosele uno. Y en este caso fue Ben quien quedó fuera.



Mis impresiones.

No, no es una novela romántica, que no os confunda el título. Leer la sinopsis y pensar que trata de una relación a tres sería describirla de forma muy vacía. Amor, amistad, enfermedad, sexualidad, desamor, celos, todo esto es, todo esto está, sin filtros, salvajemente expuesto.

Ben es la voz que recuerda y que nos cuenta, que nos lleva por estas 440 páginas entre Nueva York y Portland, Oregón, describiéndonos su intensa amistad con Hank que pasó por años de alejamiento, por tiempos de silencios. Y luego aparece Ruth, entregándose a Ben cuando este más lo necesita y entonces cree amarla porque a veces la necesidad se confunde con amor. Ben, un homosexual que ama a Hank, un heterosexual y que a veces, también ama a mujeres. El amor querid@s amig@s puede adoptar muchas formas.

A Ben le diagnostican sida y a Hank cáncer, dos hombres aferrándose a la vida mirando cara a cara a la muerte, que al final se acaba imponiendo. Las páginas en las que describe cómo se enfrenta a la enfermedad, cómo le afecta a su vida, a su cuerpo, como se lleva por delante a amigos y amantes, están detalladas verazmente, honestamente, dolorosamente francas.

Cuando estás enfermo de morirte y más solo que la una, joder, venderías el alma por un poco de consuelo.
Y eso fue lo que le sucedió con Ruth, que apareció cuando él más necesitaba sentir que no estaba sólo, que alguien le agarraba de la mano y le ayudaba a subir, así somos los humanos egoístas hasta en la forma de querer.
Complicado y caprichoso el amor. Siempre alguno quiere más o quiere mejor o se entrega más, Ben quiere a Hank como Ruth le quiere a él. A veces se ama y a veces se ama hasta la destrucción.

El modo en que Ruth me quería era el mismo en que yo quería a Hank. Los dos creíamos que con un gran amor bastaría.
Pero no basta, no basta con que sólo sea uno el que se entrega, no se puede salir indemne de una relación así. Dolorosos los pasajes de la relación de Ben y Ruth, la mezcla de sentimientos, agradecimiento, resentimiento a partes iguales.

Ruth te ha visto débil, moribundo, tembloroso, con miedo a salir de debajo de la cama. Acabas odiándola por haberla necesitado tanto.
Una escena atrevida, provocadora, es la que sucede cuando Hank obtiene más de lo que espera al preguntar a su amigo homosexual si le gusta la sodomía, qué esperas que conteste...quizás fueron los detalles de la respuesta o quizás oírlo de la boca de su amigo, pero después pasan más de cuatro meses en los que Hank no da señales de vida, en los que el silencio se adueña de la relación entre ellos. Puede ser este uno de los capítulos más difíciles de leer, incómodo por la franqueza sexual con la que nos da detalles, y quizás haya lectores que puedan sentirse molestos.

Los dos sabíamos que algo había cambiado. Ninguno tenía claro el qué. Un nudo en el pecho que me subió hasta los hombros. Atlas. Cargaba el mundo sobre mis hombros. Me había acercado demasiado a mi amigo Hank. La clase de error garrafal que cometes cuando amas y, como amas, te acercas demasiado. El malestar que sólo sientes tras un error semejante.
Me costó acostumbrarme al uso de la reiteración expresiva en la prosa del autor, fragmentos de una oración, palabras, que se repiten constantemente, pero según avanzaba resultó casi poético, efectivo desde luego. No sé si es la primera persona con esa voz única que tiene para contarnos lo que hace que sea tan desgarradora por momentos, tan real y tan especial esta lectura.
Sincero, detallista, descarado, atrevido. Diferente a todo lo que últimamente ha caído en mis manos.

Yo te quise más debe su título a unos versos de Auden grabados en una placa en la fachada del número 77 de St. Marks Place, un lugar recurrente en esta historia, como lo fue para el propio autor, un lugar al que peregrinar cada vez que la tristeza hacía acto de presencia.

Si el afecto equivalente no es posible, que sea yo quien ame más.
Como suele pasarme, descubro un autor por su libro más reciente y voy hacia atrás, con lo cual pronto volveréis a ver al Sr. Spanbauer por aquí, quizás con su novela más conocida " El hombre que se enamoró de la luna", ya os contaré. De momento seducida, sacudida e impresionada por Tom Spanbauer.

Cogí el cuchillo, me lo llevé al pecho, lo clavé con fuerza, corté abajo y en círculo, me arranqué el corazón y lo deposité, todavía caliente, en la página.
Y es ese corazón el que está en este libro.


No son sus memorias, pero no se pueden obviar detalles que se asemejan mucho a su propia vida. Os dejo algunos detalles del autor.


Tom Spanbauer, creció en una granja en Pocatello, Idaho en 1946. Bien por su homosexualidad, bien por su vocación de escritor, perdió el contacto con sus padres durante años.
Más conocido como maestro que como autor, imparte cursos de "escritura peligrosa" y algunos de sus estudiantes han tenido éxito como escritores, entre ellos Chuck Palahniuk, Monica Drake. "Escritura peligrosa", meter el dedo en la llaga, donde guardamos nuestros secretos, mirarse uno mismo, escribir sobre nuestros miedos, lo que nos hace reír, lo que nos duele.
De joven en Nueva York recién graduado por la universidad de Columbia trabajó como camarero y conserje de cinco edificios, intentando llegar a fin de mes. Se casó, se separó y se adentró en el mundo gay de Nueva York. En 1996 tras ser hospitalizado con una neumonía le diagnostican SIDA.
"Lugares remotos" fue su primera novela, poco conocida, a la que siguió "El hombre que se enamoró de la luna" con la que recibió muy buenas críticas. Después llegaría "La cuidad de los cazadores tímidos" y "Ahora es el momento".


Os dejo un enlace para que leáis otra reseña sobre este libro en el blog de Rosa Berros, Cuéntame una historia.


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22/11/17

Reto 5 líneas, noviembre.


Las tres palabras a incluir en el relato del mes de noviembre son: Todas / estamos / dejar.

De verdad que intento esquivarlos, evitarlos, pero de todas todas tropiezo con ellos. Y ya no sé cuánto invento, cuánto moldeo y deformo a mi antojo, o cuánto es verdad. Si ya no estamos, si ya no somos, por qué un olor o el sonido de una canción es suficiente para traerte de nuevo. Quisiera dejar de pensar en lo que un día fue pero ellos insisten en volver al hoy para decirme una y otra vez que me equivoqué.


Relato escrito para el Reto 5 líneas del blog Las palabras soñadas de Adella Brac. 
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15/11/17

Chocolat de Joanne Harris.

Título: Chocolat.
Autora: Joanne Harris.
Editorial: Duomo ediciones
Págs: 295
Año 1ª publicación: 1.999

Vianne Rocher y su hija Anouk llegan al pueblo de Lansquenet para abrir una chocolatería frente a la iglesia. Vianne es alegre y desenfadada, sensual y misteriosa y parece poseer extraños dones. Para el cura Francis Reynaud, la presencia de esta singular mujer no puede ser sino el primer paso para caer en la tentación y el pecado. Para Vianne, sin embargo, el chocolate es algo más que un placer para los sentidos: gracias al chocolate, las penas se hacen más llevaderas, los secretos más íntimos y los sueños, quizás, se vuelven reales.


Mi opinión
He aquí un libro que es todo una fiesta para los sentidos, por lo menos para aquellos a los que nos apasiona el chocolate en todas sus formas, negro, blanco, líquido o sólido. Aunque de sobra es sabido que con este delicioso producto mucho puede resultar empalagoso, y es esa exactamente la impresión, muy en general, de esta lectura, muy dulzona.

A un pequeño pueblo de Francia, un lugar donde parece que el tiempo se ha detenido, donde la llegada de nuevos vecinos perturba la vida de todos, donde la hipocresía anda como Pedro por su casa, ahí a Lansquenet llegan Vianne y su hija Anouk.
Esta nueva vecina, es joven, madre soltera, con una actitud liberal, tan libre como para abrir una chocolatería frente a la iglesia del pueblo en plena cuaresma, ¡señor, qué ocurrencia!. Las delicias terrenales contra las promesas celestiales. Y para colmo madre e hija no acuden normalmente a la iglesia...
El chocolate entrará en la vida de los habitantes de Lansquenet para desgracia del cura, el padre Reynaud, el cual hasta ahora ejercía un gran poder sobre la opinión de sus feligreses, ¿seguirán valorando y acatando sus opiniones, o las exquisiteces de Vianne le ganarán la partida?.

A mí esta diatriba me pareció un tanto absurda y exagerada, hasta el punto que me hizo reír en más de una ocasión con el ridículo enfado del señor cura, un personaje que acabó resultándome realmente desagradable, propagando el odio y la intolerancia, principios que la iglesia tanto glorifica. Cómo puede ser que haga de la apertura de una chocolatería, aún en plena cuaresma, algo tan grave como para dedicarle un sermón en misa y sin embargo cierre los ojos a problemas mayores y más serios que suceden a su alrededor y de los que él tiene constancia. Inseguro y poco inteligente. Aunque si lo llevamos a día de hoy, no nos parece tan asombroso ¿verdad? porque personajes así abundan, personas que sólo reaccionan cuando su autoridad se ve resentida, haciendo oídos sordos y tapándose los ojos para todo lo demás. Y qué capacidad poseen para justificar lo injustificable, lo intolerable.

Todo acaba demasiado bien para mi gusto, los personajes muy esteriotipados y como ya he mencionado, algunos razonamientos me hacían reír de absurdos. Los buenos muy buenos y los malos malísimos, demasiado blanco y negro todo.

Por otro lado, el texto fluye a un ritmo cómodo, ha sido una lectura fácil y agradable, lo que ha hecho que resulte entretenido. Las descripciones muy evocadoras hacían que nos resultara muy fácil a los lectores imaginarnos los olores, los sabores, que nos transportara allí mismo viéndola elaborar el chocolate o  frente al escaparate sin poder despegar los ojos del cristal, mientras se nos hace la boca agua.

Imposible no sucumbir  a la llamada del chocolate durante esta lectura, ¡una tortura! porque eso sí, es esta una historia sensorial, donde los olores, los sonidos, el gusto adquieren mucha importancia.



Acabo la lectura y me digo que he pasado un buen rato, ahora, si estás a dieta evitando dulces no leas este libro, déjalo para otro momento. Me gustó, pero no lo suficiente como para releerlo o ponerlo en el estante de mis mejores lecturas, creo que su recuerdo se desvanecerá pronto.


Lectura conjunta en el grupo de Los libros de Carmen y amig@s



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9/10/17

La puerta de Magda Szabó






Título: La puerta.
Autora: Magada Szabó.
Editorial: Penguin random house, Debolsillo.
Págs: 315.
Año 1ª publicación: 1987.









La presente obra no se ha escrito para Dios, conocedor de mis entrañas, ni para las sombras, testigos de tantas horas de vigilia y de sueño; dedico este libro a los hombres. He vivido con valentía hasta ahora y espero morir así, con coraje, sin mentiras, y para ello es necesario que declare de una vez por todas que yo maté a Emerenc. Yo quería salvarla, no destruirla, pero eso no cambia nada.

Con esta confesión da comienzo esta fabulosa novela, un sentimiento de culpa que pesa, una culpa por tomar una decisión que aunque ella creyó correcta, tuvo drásticas consecuencias. Con este sentimiento de fracaso inicia la historia, un relato que a simple vista puede resultar banal (la relación de amistad entre dos mujeres) pero que lejos de eso, pasa a ser desconcertante por momentos, intensa siempre, dramática y también sensible, pero sobre todo hipnotizante, según va avanzando te va ganando.

Recuerdos contados en primera persona, evocando una intensa relación de amistad nada convencional de dos mujeres muy diferentes con realidades distintas. Nuestra narradora, escritora (quizás una versión ficticia de la autora ) casada con un académico, y la señora de la limpieza, Emerenc. Dos mujeres que supieron y pudieron acercarse a pesar de sus diferencias, construyeron un intenso y duradero vínculo entre ellas de más de 20 años. 

Si alguien le garantizaba que no éramos gente bulliciosa ni alcohólica, no descartaría la posibilidad. Me dejó estupefacta: era la primera vez que alguien pedía nuestras referencias. "No lavo la ropa sucia de cualquiera."

Así se da a conocer Emerenc ante sus futuros jefes durante la entrevista para contratarla como ama de llaves. Las condiciones puestas por ella no por los propietarios, y así en todo, siempre fué la que marcó los tiempos, en el trabajo como en el trato. Una mujer con una compleja personalidad, con una determinación que en ocasiones llegaba a resultar intratable, aterradoramente perfeccionista, trabajadora incansable. La mujer que ella dejaba ver era admirada por todos sus vecinos, barría las calles, quitaba la nieve en invierno, recogía y cuidaba animales abandonados, atendía a los enfermos llevándoles ricos platos culinarios. Pero también estaba la Emerenc que mantenía su puerta cerrada defendiendo celosamente su intimidad, un enigma para todos lo que detrás escondía. Un personaje muy, muy intrigante que suscitaba sentimientos encontrados, temida y venerada. A lo largo del libro y poco a poco el autor irá perforando en el pasado de esta enigmática mujer, revelando episodios que te harán estremecer de horror y te ayudarán a entender algunas de sus acciones que de otra manera resultan desproporcionadas y desconcertantes.

Nuestra narradora, es una escritora a la que la censura le mantuvo mucho tiempo en silencio y que ve como su carrera al fin comienza a valorarse. Ella es religiosa, sencilla en la forma de querer, sin grandes complejidades, involucrada en la vida política de su país, una persona culta. Cómo se involucra en esta conflictiva relación y cómo termina queriéndola tanto, son preguntas que te harás más de una vez a lo largo de la lectura, no sólo porque poseen valores y opiniones bien diferentes sobre casi todas las cuestiones cotidianas o no de la vida, sino porque Emerenc no admite opiniones ni consejos ni respuestas a sus ideas, tiene con ella una conducta casi dictatorial, la critica y la juzga sin piedad, una relación donde te parece que un punto de encuentro es imposible. Inexplicable por momentos ese vínculo de dependencia que se crea entre estas dos mujeres, que a mí me resultó un tanto obsesivo el querer ganarse la confianza de una persona que la mayor parte del tiempo resulta contigo desagradable. Pero ¿qué extraña química es la que nos atrae y nos une a ciertas personas?...

Nuestro cariño era recíproco, pero al resultar al mismo tiempo tan complejo y con elementos tan imprecisos como los del propio amor, administrarlo en el roce cotidiano, tratando de evitar conflictos, requería muchísima tolerancia y concesiones mutuas.

Un buen día Emerenc deja de barrer las calles, de sacar a pasear al perro, está enferma y se refugia detrás de esa puerta que siempre mantiene cerrada incluso a pesar de los esfuerzos de todos por hacerla salir o por dejar que un médico la visite. Y aquí cuando más necesita de la confianza depositada en su amiga, le traicionará, será una traición involuntaria pero su dignidad será burlada y una dolorosa vergüenza la invadirá. Abrumada fue como me sentí al final, por ese ultraje a la dignidad de un ser humano, por ese sentimiento de humillación, pero entendiendo que en ocasiones se comenten actos imperdonables sin querer, desde la compasión y el cariño, ofreciendo tu ayuda, pero ¿y en el caso de que lo que te piden va en contra de tus valores, de tus creencias? o simplemente ¿qué hacer si no te solicitan ese auxilio que sabes es necesario?. Esta lectura plantea cuestiones éticas sobre la muerte, la dignidad, el respeto, la amistad, el derecho a la intimidad, tantas reflexiones como diferentes lecturas.

La construcción de la personalidad de Emerenc es excepcional, un personaje que aún resultando difícil, en unas páginas la odias y en otras la amas, se convierte en inolvidable, me atrevo a decir que es uno de los personajes más atractivos, e intrigantes de los que he leído en mucho tiempo. Existe en esta historia otro protagonista que merece atención, el perro que ambas mujeres comparten su cuidado, Viola, es todo un personaje literario con unas cualidades humanas sorprendentes.
Muy bien escrito, una prosa exquisita, con pocos diálogos pero los que hay magníficos, mordaces.

Muy apropiado el título con mucho simbolismo, porque realmente existe una puerta física que no se quiere abrir a nadie, pero más allá son mil puertas las que representa esta lectura. Las que todos nos ponemos para preservar nuestros secretos, nuestra intimidad, o como escudo ante el sufrimiento, y las que abrimos a los que se ganan nuestra confianza. Lo que exponemos y lo que escondemos.

Una lectura realmente gratificante que os invito a leer, es uno de esos libros de los que sales enriquecido, una profunda exploración de las relaciones humanas.

Diferentes lenguajes emocionales, diferentes maneras de expresar el cariño, el amor, los sentimientos, todos válidos si se manifiestan desde el respeto.

Hoy en día sé algo que en esa época aún desconocía: que el cariño es una emoción desarticulada por excelencia, y por eso se resiste a ser dosificada con prudencia. Es inútil pretender regular cómo debe encauzar cada uno sus afectos: no hay fórmulas que valgan.

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27/9/17

Reto 5 líneas, septiembre.



De sobra sabéis los que mes a mes visitáis mi blog, que participo y que vosotros también podéis animaros en este estupendo reto 5 líneas que Adella, del blog, Las palabras soñadas ha creado para gusto de todos nosotros.

Este mes las palabras me han resultado un tanto complicadas, pero al final os dejo lo que me han inspirado.

Castillo / nerviosos / astucia.

Con artimañas, astucia y también mucho encanto me engatusaste. Construiste a mi alrededor un castillo con altas murallas que mis allegados nerviosos y preocupados trataban de derribar, pero que yo, novata en esto del amor, no las veía. Hasta que la soledad llegó y se instaló, y me di cuenta de que no quería ser la princesa prisionera de nadie, sólo quería un hombre que me tratara como lo que soy, una gran mujer.

Gracias a tod@s por leerme.
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17/9/17

El alma del mundo, Alejandro Palomas.






´                                                               Título: El alma del mundo.
                                                                Autor: Alejandro Palomas.
                                                                Editorial: Planeta, S.A.
                                                                Págs: 323.
                                                                Año 1ª publicación: 2011.





Mis impresiones

Qué bien me viene siempre leer a Alejandro Palomas, delicado, elegante. Qué bien trabajados esos personajes fantásticos con una vida llena de secretos, de silencios, contagiándonos de sus vivencias.

Este es mi año con Alejandro Palomas, con sus libros, con sus emociones. Una vez más me encandila con su manera de contar, con su manera de invitarnos a sentir, a reflexionar, y con una constante en todos sus libros, esa bonita portada que acompaña a esas cuidadas palabras. Y es que hay con autores que siempre aciertas, que te embaucan con su manera de escribir, con su cuidado a la hora de elegir las palabras justas y acertar.

Esta vez nos trae a dos ancianos, Clea, una brillante violonchelista que sacrificó su carrera para permanecer a la sombra de su marido, algo teatrera, un tanto impertinente y descarada. Él, Otto, un reconocido director de orquesta, un seductor, un galán. Ambos llegan el mismo día a una residencia geriátrica de lujo a pasar una temporada, eligen a la misma cuidadora, Ilona, una joven de Europa del este que durante años trabajó de luthier, con su historia, con sus miedos, los de antes y los de ahora. Ilona pasará las mañanas con Clea y las tardes con Otto. Tres personajes con los que viajaremos del pasado al presente, y así entender a través del ayer el ahora, el cómo llegan a esta residencia, el porqué de sus actitudes, de su manera de ser.
Y aparentemente no pasa gran cosa, pero se sugiere mucho de las relaciones llenas de silencios, de esas decisiones que no tuvimos el valor de tomar, de mentiras y medias verdades y del perdón, tanto de saber pedirlo como de saber perdonar.

Me han gustado mucho las conversaciones entre ellos, las confidencias. Me ha gustado como la música une y acompaña la vida de estos tres personajes. Y sobre todo la óptica que nos da sobre esta etapa de la vida, la vejez.
Personas en la tercera edad que aún miran hacia delante y no se conforman con estar, ellos quieren hacer todavía, quieren seguir disfrutando, revelarse contra la rutina, reinventarse también, buscar nuevos desafíos, porque en la vejez también se pueden esperar segundas oportunidades.

Pero también la tristeza impregna las páginas de esta novela, por lo vivido, por lo que duele, por callar cuando se tenía que haber hablado y compartido, por no saber gritar lo que sentimos quizás por orgullo, quizás por miedo.

Y aunque carece de esa carcajada y esa chispa que tiene Una madre, del mismo autor, también se disfruta. Es un tanto más teatrero pudiendo resultar en ocasiones inverosímil, pero es que la vida de cualquiera si nos ponemos a pensar, también lo es.

Un escritor de sentimientos y emociones, que destapa el alma humana como pocos.

No hay mejor música que la de un corazón afinado. Sólo entonces suena el alma del mundo.



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29/8/17

Reto 5 líneas, agosto.


Estas son las tres palabras para agosto: máscaras / uñas / fuerte.

Y este es mi relato 5 líneas...

Os recuerdo que si queréis participar, podéis hacerlo AQUÍ.


Sentados con sus impecables batas blancas, guardando distancia, escudándose detrás de esas máscaras de frialdad e indiferencia que prefiguraban lo peor. Cuando finalmente hablaron, sus palabras me traspasaron de parte a parte, sentí un nudo en la garganta que fue quedándome sin aire, difícil mantenerme en pie. El fuerte dolor que sentí salió en forma de grito, un grito desesperado. Me había aferrado con uñas, dientes y una ciega esperanza a que de ésta salías.
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25/8/17

Delphine de Vigan, Nada se opone a la noche.

Lucille,foto tomada en una comida familiar. Parece mirar a algo o a alguien
pero probablemente no mira nada, su sonrisa es de una oscura dulzura.



Título: Nada se opone a la noche.
Autora: Delphine de Vigan.
Editorial: Anagrama.
Págs: 369.
Año 1ª publicación: 2011.










Mis impresiones
Muchos son los autores que han hecho de la figura de la madre el personaje de sus obras, escribiendo sobre el amor fraternal o la falta de él, y no me parece que tiene que ser un ejercicio fácil, por lo que representan, y por las emociones que despierta una palabra de tan sólo cinco letras. Difícil elegir el tono adecuado sin caer en el sentimentalismo y acabar resultando patético. Delphine de Vigan, justa y precisa nos habla de Lucile, su madre y lo hace sin exagerar, sin quejarse, sin juzgarla. 

Me doy cuenta cada día que pasa de lo difícil que es escribir sobre mi madre, acotarla con                 palabras, y de lo mucho que echo de menos su voz.


El suicidio de su madre, Lucile, abre y cierra el libro, a partir de su muerte la autora siente la necesidad de escribir sobre ella, de encontrar un porqué, para los que se quedan el suicidio siempre es inexplicable. Una necesidad personal de entender a esa madre tan poco convencional, tan imperfecta y tan real, tan cariñosa y torpe, tan presente como ausente, una madre defectuosa, como lo son todas, lo somos, intentando hacer lo que podemos, que no siempre es lo que quisiéramos, pero tan importantes siempre.

Posiblemente tenía ganas de rendir homenaje a Lucile, regalarle un ataúd de papel -pues me parece el más hermoso de todos- pero también sé que a través de la escritura busco el origen de su sufrimiento.

Cómo encontrar la distancia correcta para poder contar, para ir desenredando la historia de una familia, la suya. Recopila, pregunta, escucha, ve, desentierra lo que no se ha dicho, todo va saliendo en estas páginas y nosotros los lectores nos conmocionamos a medida que avanzamos en su lectura. Intenta ser fiel a lo que sucedió y como sucedió, tarea difícil porque los recuerdos de un hecho pueden llegar a ser tan diferentes como gente hay para recordarlos y luego están los secretos que cuando resultan demasiado incómodos, se asimilan y se callan con el fin de no destruir la apariencia de unidad familiar. Pero ella, como un vampiro ávido de detalles, los desentierra y les pone voz, sabiendo que le costará más de un disgusto.

¿Tengo derecho a escribir que mi madre y sus hermanos fueron todos, en un momento u otro de sus vidas (o durante toda su vida), heridos, dañados, desequilibrados, que todos conocieron una gran pesadumbre, y que llevaron su infancia, su historia, sus padres, su familia, como marcada a fuego?.

Descubrimos a una Lucile de niña, la tercera de nueve hermanos, dotada de una gran belleza que atraía la atención sin quererlo, sin desearlo. Posaba para anuncios publicitarios de ropa infantil y su rostro aparecía en grandes carteles de París, sin embargo de una singular personalidad se distinguió por su aire ausente y reservado a la que nada importaba el interés que suscitaba en los demás.

Cuando había que formular un deseo Lucile deseaba siempre el mismo. Soñaba que se hacía invisible.


Lucile de niña.

La muerte se cierne sobre la vida de Lucile desde la infancia, invadiendo poco a poco y desde muy temprano la historia familiar, accidentes, suicidios... serán heridas de las que no saldrá ilesa, así como del carácter de su padre, dominante, con una personalidad abrumadora, que los adulaba y los humillaba a partes iguales, y que mantuvo con algunas de sus hijas relaciones ambiguas. Hay dolores que se incrustan en el interior, que azotan al alma, que dejan huellas que resisten al tiempo, que pueden ser devastadores, que nublan la razón de quien los padece y así pasó con Lucile. Más inestable a medida que pasan los años, van apareciendo indicios que hacen sospechar que algo va mal, demasiadas excentricidades que la vuelven peligrosa tanto para ella misma como para sus hijas, las que asisten perplejas y horrorizadas a estos episodios de locura que la llevarán a estar hospitalizada en varias ocasiones.

Poco tiempo después de la muerte de su hermano, Lucile había escrito en el espejo de nuestro cuarto de baño, con un lápiz de labios color sangre: "me voy a hundir". Frente a ese espejo, nos peinábamos cada mañana Manon y yo, con esa amenaza tatuada en el rostro.

Despegada de la realidad, sin saber como vivir, invadida por un malestar que no dejaba de crecer. Con sus hijas mantuvo una relación llena de ansiedad, compleja y a pesar de esa incapacidad para cuidar, proteger y ocuparse de ellas, no sentí  a lo largo de las páginas y a través de los ojos de su hija que se la criticara ni juzgara. Una mujer que a lo largo de su vida tuvo varias caras, fue una mujer enferma, también empática y una buena trabajadora social que mejor que nadie supo ponerse en la piel de los más necesitados.

El dolor de Lucile formó parte de nuestra infancia y más tarde de nuestra vida adulta, el dolor de Lucile sin duda nos forjó, a mi hermana y a mí.

Según avanzan las páginas no podremos mantenernos indiferentes a las revelaciones, ni a ciertos pasajes de una violencia poco común que la autora y su hermana tuvieron que manejar. Esa inconstancia en la que vivieron durante la infancia y adolescencia, esas idas y venidas de esa mujer mentalmente enferma, desorientada y confundida a merced de sus demonios que la conducirán a varios internamientos psiquiátricos. Dos niñas que nada entendían, con apenas 13 y 9 años asistieron asustadas a la primera de las graves crisis, dos niñas que vieron y soportaron la lucha de su madre intentando sobrevivir, que no vivir, impotentes ante su sufrimiento, afrontando como bien podían las consecuencias de una enfermedad de la que nada sabían. En las palabras de Delphine hay ira, angustia y mucho amor por esa mujer rota que ante todo y como pudo fue su madre.

Luchaba por ofrecernos su lado menos estropeado, el menos cansado, luchaba por permanecer en vida. Por nosotras, Lucile se levantaba, se vestía, se maquillaba. Por nosotras, salía a comprar pasteles los domingos a mediodía. Cada gesto le costaba caro, no podíamos ignorarlo.
En las semanas que siguieron me inquieté aún más por Lucile. Ese miedo no me abandonaba, a veces me impedía respirar. Ignoraba lo que significaba. poco a poco, mi angustia encontró su expresión: tenía miedo de encontrarla muerta.

Alternando al relato de la vida de su madre nos introduce capítulos en primera persona compartiendo sus dudas y temores sobre lo que está escribiendo y el efecto que tendrá en su familia, donde se palpa no sólo la necesidad de contar, también la dificultad de hacerlo, demasiadas emociones, desde el amor y la ternura hasta la rabia y la frustración. Lejos de importunar, estas incursiones en la narrativa han hecho si cabe dotarla de una mayor proximidad. Un doloroso homenaje sincero a una madre, a su dolor, su dulzura, su violencia, su belleza...

¿Cómo me había imaginado, aunque fuese un solo instante, poder hacer inventario de la vida de Lucile?, ¿qué buscaba en el fondo, si no era acercarme al dolor de mi madre, explorar sus contornos, sus pliegues secretos, la sombra que arrastraba?.

Ha sido esta una lectura intensa, de sentimientos profundos, muy bien escrito, un relato valiente, que sabe captar y no perder la atención del lector, del que no sales indemne. Aunque penséis que es un tema explotado en la literatura que no sea esto lo que os impida darle una oportunidad, es este un libro que conmueve por su sinceridad. Queridos lectores, sabéis como yo las fuertes emociones que una lectura puede despertar, el interés que te deja por conocer más sobre el autor de la misma, que no os extrañe entonces encontraros en este espacio mío que es el blog más sobre Delphine de Vigan.











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31/7/17

Reto 5 líneas: Julio.



Las tres palabras elegidas este mes por Adella para el reto 5 líneas son: Justo / exactamente / forma.
Ya sabéis 5 líneas para conseguir un relato que contenga estas tres palabras, unas veces más fácil y otras más complicadas, unas veces estamos más inspirados y otras no hay manera.

No hace falta que tengas un motivo especial, y da igual si la forma de hacerlo es algo torpona, simplemente hazlo, no es complicado sólo has de ponerle sentimiento. Acércate, abre tus brazos y rodéame, envuélveme y aguanta así, justo así, reteniéndome. Aquieta mi alma, embriágame con palabras susurradas en mi oído. Este pequeño gesto exactamente es lo que te pido y necesito para recomponer mis sueños perdidos, sólo eso, un abrazo.
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29/7/17

La promesa de Gertruda de Ram Oren




Título: La promesa de Gertruda.
Autor: Ram Oren.
Editorial: Plataforma editorial.
Año 1ª publicación en hebreo: 2007.
Págs: 400.

Testimonio fiel de un acto de gran valentía y entereza ante el terror, La promesa de Gertruda trasciende la historia para revelar la compasión y la esperanza que siguen iluminando milagrosamente un mundo asolado por guerras sin fin.




Mis impresiones.

De sobra es sabido que La Segunda Guerra Mundial ha dado lugar a un sinfín de libros, un contexto histórico tremendamente explotado, unos mejor que otros, cada uno aportando datos, sucesos, testimonios distintos. Si algo caracteriza a estas lecturas ambientadas en este episodio tan inhumano de la historia es que son siempre tristes suponiendo las situaciones horribles que miles de personas tuvieron que vivir, una locura difícil de imaginar que muchas veces supera nuestra capacidad de comprensión humana, así como la crueldad de los testimonios de aquellos que lograron sobrevivir.
En el caso del libro que nos ocupa está basado en hechos reales, reconstruyendo los recuerdos de familiares y sobrevivientes, y con la gran ayuda del propio Michael, el protagonista.


Michael y Gertruda.

Esta es la historia de un niño judío y su niñera Gertruda intentando sobrevivir. Michael tenía 3 años cuando los nazis invadieron Polonia, su familia era de las más ricas, vivían en una gran mansión en Varsovia, pero de nada le sirvió todo esto cuando los alemanes tomaron el control. Su padre se encontraba por negocios en Francia, su madre, él y Gertruda, la niñera polaca, tuvieron que huir, nunca más la familia volvió a reunirse. Desgraciadamente la madre del niño no duró mucho en esta huida y en el lecho de muerte le hizo prometer a Gertruda que cuidaría del niño como si fuera suyo y haría todo lo que pudiera por llevarle a Palestina. A partir de entonces se convirtió en una madre para él,  él judío, ella católica, arriesgó su vida cada día, pasando penurias de toda clase, sabiendo que cualquiera que ayudara a un judío sería condenado a muerte.
Una vez terminada la guerra embarcaron en el Exodus, un desvencijado barco con una capacidad para 600 pasajeros y en el que embarcaron 4.500 personas sobrevivientes del Holocausto, inmigrantes que querían llegar a Palestina, soportando las duras condiciones del viaje y si pensaban que todo había terminado pronto se darían cuenta de lo equivocados que estaban. Los británicos seguían imponiendo estrictas restricciones a la inmigración judía y se encargarían de que el barco no llegara a buen puerto incluso haciendo uso de las armas.
En 1948 al fin lograron llegar a su destino y emprender una nueva vida juntos.

El Éxodus.
También hay sitio para la historia de Karl Rink, un alemán casado con una judía, y padre de una niña. Después de un tiempo sin trabajo y sin muchas expectativas de encontrar uno, acepta incorporarse al partido nazi, al principio con la esperanza de que éste cambiara el país a mejor, seducido por las palabras y promesas que el partido le ofrecía. No obstante y a pesar de la opinión y consejos de su esposa, después de que comenzarán los horrores contra los judíos él siguió perteneciendo al partido. Lamentablemente su cargo le acabaría costando la vida a su mujer, a partir de su desaparición comenzó a tener dudas, y mientras cumplía con las órdenes del partido, las cuales consideraba demasiado radicales, salvó a tantos judíos como pudo, entre ellos a Gertruda y Michael cuando sus vida se cruzaron.
karl Rink


En estos libros en los que se hablan de las vivencias que tanta gente sufrió la emoción está garantizada, testimonios necesarios para contar lo qué pasó y cómo pasó.
Un conflicto que mostró dos realidades, lo peor del ser humano y lo mejor de personas que arriesgaron su vida para proteger la de otros, independientemente de ideologías y de creencias.

El autor no profundiza en los personajes, no entra demasiado en sus emociones, no juzga ni critica, no interviene con ninguna opinión, sólo relata unos hechos verídicos, deja en manos del lector los juicios. La descripción de los personajes es casi nula, nos hacemos una idea por los diálogos con los que el autor les da vida o por la manera que tienen de comportarse. Su prosa es ágil y sencilla, si decidís leerlo lo haréis en un abrir y cerrar de ojos ya que sin ser una gran novela la lectura discurre con facilidad, y aunque no me ha entusiasmado y no haya sido de los mejores que he leído ambientados en este terrible conflicto, me queda una bonita historia de un compromiso, el de quedarse por encima de todo, un compromiso que emociona el de esta niñera, y una gran capacidad de resistencia y de adaptación del niño.

Si hay algo que nunca se pierde es la esperanza.

Ram Oren
Ram Oren, ejerció de abogado y periodista y fundó la editorial Keshet antes de dedicarse a la escritura. La promesa de Gertruda ha sido traducido en 8 idiomas, y ha vendido más de 250.000 ejemplares, convirtiéndose en un best-seller en Israel.

Gertruda Babilinska, fue distinguida por el instituto internacional para la investigación del Holocausto con la medalla otorgada a los Justos de las Naciones, una distinción reservada a aquellos que se opusieron a la corriente general de indiferencia y hostilidad que prevaleció durante el Holocausto. Murió en 1995.

Michael Stolowitzky, actualmente vive en Nueva York y se dedica a la industria del turismo.




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19/7/17

La maravillosa vida breve de Óscar Wao de Junot Díaz.

Título: La maravillosa vida breve de Óscar Wao.
Autor: Junot Díaz.
Editorial: Literatura Mondadori.
Año 1ª publicación: 2007.
Págs: 306.
En la noche, cuando estaba en la cama pensando en la chica de la que estaba enamorado, una fresita cuya familia era de Cancún, tuve la visión de un pobre nerd negro y jodido del gueto llamado Óscar Wao, el tipo de nerd del gueto que habría sido yo si no me hubieran "descubierto" las chicas el primer año de high school. Óscar no iba a ser el caribeño sexy por el que la industria del turismo vive y muere. Me di cuenta de que podía escribir acerca de este chico nerd que vive obsesionado por la historia y por las chicas, que sólo es bueno para la fantasía y para la ciencia ficción y que, sin embargo (trágica, cómicamente), pertenece a una comunidad y a una cultura que propiamente no se enloquece por los nerds de color ni por sus intereses.       Junot Díaz.


Mis impresiones.

Si dijera que ha sido esta una lectura atractiva, me estaría quedando corta, entonces añado que también es original, intensa, dinámica y como veo que ya son muchos los adjetivos que voy sumando, resumo con el mismo que lleva el título. Maravillosa. Ahora me pregunto cómo he podido tenerlo tanto tiempo en la estantería sin leerlo.

Menudo personaje es este Óscar, el antidominicano por excelencia. Carece por completo del carisma, de la bravuconería que suelen poseer, de la labia que tienen para piropear a toda mujer que pasa por su lado, en definitiva está lejos de esa masculinidad de la que hacen gala los dominicanos, totalmente desprovisto de encanto para con el sexo opuesto. Para más inri el pobre es desagradable de ver, feo y con sobrepeso, no tiene amigos, por supuesto nada de novias, vamos socialmente un torpón, y vive temiendo ser el primer dominicano en morir virgen. El caso es que sí nació con ese encanto caribeño, pero poco le duró, se lo llevó la deseada y temida adolescencia. Para colmo, este antihéroe es de los que se enamoran hasta enfermar y por desgracia nunca es correspondido, con lo cual ya imaginan ustedes lo que le va a tocar sufrir...Esta desesperada búsqueda del amor será el drama de su corta vida.
Y este es nuestro personaje principal, interesante desde luego, bastante singular por no decir ridículo con su jerga propia de cómic que casi nadie entiende, pero Díaz  hace que sea uno de esos personajes que pasarán a ser inolvidables. Leyendo el título, ya nos marca el desenlace dramático que tendrá la vida de nuestro querido Óscar, en lo único que discrepo es que no creo que su breve vida fuera para nada maravillosa. Un rastro de melancolía es lo que me queda de esa torpeza suya, Óscar, el gordo loser.

Pero no es sólo la historia de Óscar, también es la de su familia, una de las muchas que emigraron a Nueva Jersey durante el régimen de Trujillo en la Isla. Dicen que les persigue una maldición, el fukú, que toda la familia está condenada por esta fuerza sobrenatural. No sé si será el fukú o simplemente la vida que con algunos ya sabemos se ceba más, lo que queda claro es que lo que les ha marcado generación tras generación es la tragedia.
Y está bien si ustedes no creen en estas «supersticiones». Perfecto. Mejor que perfecto. Porque crean lo que crean, el fukú cree en ustedes.

Si algo tiene esta historia son grandes personajes femeninos, tres mujeres, La Inca, Hipatía Belicia Cabral y Lola, poderosas, apasionadas. La Inca, la tía abuela, una roca, sólida; Hipatía Belicia (Beli), la madre, un huracán; y Lola, la hermana, luchadora y decidida. Mujeres feroces todas ellas, imperfectas y complejas.

También hay sitio para el amor en la novela, pero con pocas exitosas historias románticas y sí muchas complicadas, en drama acaban la mayoría de los amores. Así como las relaciones familiares también muy complejas todas.
Toda familia dominicana tiene historias de amores locos, de quienes llevan el amor a extremos, y la familia de Óscar no era una exepción.

Es una historia desgarradora, la mires por donde la mires, pero lo bueno de Junot Díaz es que es capaz de convertirla también en hilarante. Quizás esa ironía y ese ingenio con la que está contada es lo que nos facilita la tragedia, es notable la manera en que logra que nos riamos entre tanto suceso dramático de vidas difíciles y creo que es ahí donde radica su originalidad.

El libro está lleno de notas aclaratorias a pie de página que lejos de parecerme que rompían con el ritmo de la narración me gustó como forma de instruirme, informarme, porque hay o podría haber otra historia en ellas, la historia sangrienta de la República Dominicana, de toda esa gente exiliada durante el régimen de Rafael Leónidas Trujillo. Este señor que carecía de escrúpulos y moralidad ejerció una de las dictaduras más sangrientas y opresivas, sumergió a la República Dominicana en un estado de pánico.
No existía optimismo capaz de obviar el duro hecho de que era una adolescente que vivía en la República Dominicana de Rafael Leónidas Trujillo, el Dictador más Dictador de todas las dictaduras de la historia. Era un país, una sociedad, diseñada para que fuera prácticamente imposible escapar. El Alcatraz de las Antillas. Las posibilidades eran tan escasas como los taínos, y áun más raras para las flacas irascibles de piel morena y modestos recursos.

Era como estar en el fondo del mar. Sin luz y con todo el océano arriba, aplastándonos. Pero la mayoría de la gente se había acostumbrado hasta tal punto que lo veía normal. Había olvidado que arriba había otro mundo.


Las páginas están salpicadas de alusiones a libros, autores, películas, sobretodo de ciencia ficción, de las que nuestro protagonista es fan indiscutible, utilizando términos y metáforas provenientes de este repertorio. Porque nuestro protagonista, dejando a un lado a las mujeres, con lo que sueña es con convertirse en el próximo Tolkien.

Distintos narradores serán los que nos cuenten esta historia, llevándonos unas veces al pasado y otras relatándonos el presente, calibrando muy bien estas idas y venidas. El que nos va a relatar la mayor parte de la vida de Óscar y su familia es alguien que también tiene su importancia en esta historia y que no será hasta la mitad que sabremos de quien se trata. Según lo vas leyendo te hace pensar que al contarlo de alguna manera está intentando resarcir su comportamiento. Y me pregunto: ¿Qué lo lastimó más? ¿qué nunca fuí su amigo de verdad o que fingí serlo?. Lola será otra de las voces que nos cuente su complicada relación con su madre y su historia particular. Como madre nunca se hubiera ganado ningún premio, créanme. Se podría decir que era una madre ausente: si no estaba en el trabajo, estaba durmiendo, y cuando estaba despierta parecía que todo lo que hacía era gritar y golpear. De niños, Óscar y yo le teníamos más miedo a mi mamá que a la oscuridad o al cuco.
Todo esto contado con un lenguaje punzante, directo, muy seductor y desenfadado, lleno de palabras y expresiones dominicanas mezcladas con vocablos en inglés, muy coloquial, un vocabulario a caballo entre dos culturas, ¿un tanto malhablado? tal vez, en todo caso engatusador.
Se sentía requetefokin bien.
eres fokin brilliant.
Ana era su último fokin chance de ser feliz.
El tipo de jeva que yo solía rapar.
El bróder era un compañero de cuarto bastante considerado.
Tremenda mamasota.

Junot Díaz, escritor dominicano nacido en 1968. En 1974 emigró junto a su familia a Nueva Jersey. Con La maravillosa vida breve de Óscar Wao ganó, entre otros premios, el Pulitzer en el 2008.


















Ha resultado ser una lectura muy estimulante que recomiendo sin reservas. Qué bien me ha venido con este calorcito esta lectura tan diferente, qué bien conjugado el humor y el drama.



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30/6/17

RETO 5 LÍNEAS: JUNIO


A falta de unas horas para acabar el mes, no podía faltar mi relato 5 líneas.
En esta ocasión las palabras elegidas por Adella han sido: Tumbó / malestar / señaló.

Y sin mucho más, el resultado ha sido...



No acababa de acostumbrarse, antes de la cita un ligero malestar hacía acto de presencia, cierta incomodidad. Deseando que acabara, entró, se desnudó y se tumbó. Comenzó por los pechos, más que tocarlos pareciera que estaba tecleando, luego sus dedos inmiscuyéndose dentro, hurgando en su interior. Supo que había acabado cuando él señaló que todo estaba bien. Con un poco de suerte, pensó, no volvería hasta la revisión del año siguiente.
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29/6/17

Vida hogareña de marilynne Robinson






                                                                  Título: Vida hogareña.
                                                                  Autora: Marilynne Robinson.
                                                                  Editorial: Galaxia Gutenberg.
                                                                  Págs: 217.
                                                                  Fecha 1ª publicación: 1980.






Dice la escritora Doris Lessing en la contraportada del libro: " Me encontré leyendo lentamente, cada vez más lentamente - este es un libro para leer sin prisas, porque cada frase es una maravilla". Y no puedo estar más de acuerdo, una lectura que requiere atención, pausada, hermosa. Envolvente, muy brevemente sería lo que me ha sugerido. Con Vida hogareña he tenido mi primer acercamiento a la obra de Marilynne Robinson y ya os hago saber que no será el único.

Lucille y Ruth, dos hermanas huérfanas que si de algo saben es de ausencias, abandono y soledad. Crecieron sin saber quién era su padre, no habían llegado a la adolescencia cuando perdieron a su madre, la cual después de dejarles sentaditas con una caja de galletas en el porche de la abuela, se dirigió en coche al lago y se arrojó. Fueron cuidadas primero por su abuela, cuando fallece pasan a manos de dos torpes tías solteronas ya mayores incapaces de atenderlas y por último su tía Sylvie, la cual lleva una vida errante, con un carácter algo excéntrico, a la que no le faltarán buenas intenciones, aunque sus cuidados poco ortodoxos, algo caóticos llamarán la atención de los vecinos con la consiguiente intervención de las autoridades. Para entonces Lucille habrá salido ya de la casa buscando aceptación, cierta "normalidad", una vida más estable. No así Ruth que junto con su tía comenzará una vida nómada que la llevará de un lugar a otro.

Pese a todo, estábamos muy angustiadas, por razones demasiado numerosas para mencionarlas. Había quedado claro que nuestra tía no era una mujer estable. Por entonces, no sabíamos expresar esa idea con palabras. Pero teníamos esa sensación nítida, entre nosotras, que se plasmaba en la atención continua que le prestábamos a todos los detalles de su aspecto y comportamiento.

Infortunios de la vida que harán que estas niñas crezcan con una desesperante sensación de inseguridad, temiendo cada día volver a ser abandonadas. Durante años han sido ellas dos y nadie más, dos para jugar, dos para compartir, llegada la adolescencia sus caminos divergen. Una anhelando estabilidad, la otra, alguien a quien seguir, a quien aferrarse para continuar y mantenerse a flote. ¿Cuál de las dos tomó la dirección correcta?, ¿existe una sólo dirección correcta?, ¿hizo bien Lucille en dejar a su hermana con su tía, fue como una traición o sólo el intentar salvarse a sí misma porque ella ya intuía en Ruth el carácter errante, vagabundo, libre?. Son tantas preguntas las que tenía en mente una vez acabada la lectura...

¿Cuándo me volví tan distinta a los demás?. Tal vez fue cuando seguí a Sylvie por el puente, y el lago nos reclamó, o quizá fuera cuando mi madre me dejó esperándola, y me instiló la costumbre de la espera y la expectación que convierte cualquier momento presente en importante sólo por lo que todavía no contiene. O a lo mejor fue cuando me concibieron.

La tía Sylvie que está y no está, un alma nómada que duerme con la ropa puesta, habla con desconocidos en estaciones de trenes, vuelve de paseo con peces en los bolsillos, vive sin horarios, come con la luz apagada, apila periódicos y latas convirtiéndolos en parte del mobiliario...¿Qué hubiéramos hecho nosotros si fuéramos sus vecinos y viéramos este comportamiento de un adulto al cuidado de una niña?.

Sylvie, en una casa, venía a ser como una sirena en el camarote de un barco.

Esas costumbres (siempre dormía vestida, al principio con los zapatos puestos, y luego, con los zapatos debajo de la almohada) eran a todas luces las de un vagabundo. Ofendían el sentido del decoro de Lucille...

A mí me tranquilizaba el que durmiera en el césped, y de vez en cuando en el coche. Me parecía que si podía seguir viviendo aquí como un vagabundo, no tendría que marcharse.

La soledad, los lazos familiares, el deseo de encajar, la pérdida, la memoria y los recuerdos, son temas en los que la autora nos sumerge a lo largo de la novela. Es curioso como dos personas pueden evocar un recuerdo de forma tan diferente, quizás porque nos acordamos de lo que queremos y como queremos y si en nuestra memoria hay algún vacío cada cual se encarga de reconstruirlo, unas veces distorsionando y otras inventando. Como sucede con Ruth y Lucille y el recuerdo que tienen de su madre, Lucille la evoca de manera más positiva al contrario que su hermana.

Intentábamos recordar a nuestra madre, aunque, con creciente frecuencia, discrepábamos. La madre de Lucille era ordenada, fuerte y sensata, una viuda que murió en un accidente. Mi madre nos cuidaba con amable indiferencia que me hacía pensar que habría preferido estar todavía más sola.

Todo esto sucede en la ciudad ficticia de Fingerbone, una ciudad en medio de la nada, con un paisaje desproporcionado y un clima extremo, rodeada de montañas cubiertas de nieve y a sus pies un enorme lago, ladrón de vidas como la del abuelo y la madre de Ruth y Lucille. La presencia de esta gran masa de agua se siente a lo largo de toda esta historia, como si fuera un personaje más.

Hermosa novela, un hilo de tristeza recorre la prosa, una sensación profunda de soledad que se pega a tí mientras lees. Descripciones detalladas, precisas, una prosa maravillosamente reveladora. Me considero una lectora a la que le van este tipo de lecturas entre líneas, sugerentes, por todas las reflexiones que se esconden detrás de una simple historia como bien podría ser esta.

Es una lectura lenta, exquisita, me encontré volviendo a leer algunos pasajes para no perderme ningún detalle, sabedora de que cada palabra, cada frase importa. Me sobrecogió el final, esa forma de narrar de Ruth. Una novela magnífica no por su trama que más bien es escasa, con pocos sucesos, sino por su elegante escritura.

Sin duda una de mis mejores lecturas de este año, altamente recomendable, teniendo en cuenta que es una lectura pausada, tranquila, lenta, pero para nada aburrida. Hermosa, triste, para leerla más de una vez porque la buena literatura siempre te atrapa.

Una vez terminado lo devuelvo a la estantería donde tengo dispuesto tantos y tantos libros que voy descubriendo y que me hacen tan buena compañía, allí se quedará hasta que seguro vuelva un día a sus páginas a volver a saborearlas, o a que alguno de esos invitados que a veces gustan de pasarse por aquí y enredar en mi particular biblioteca, lo encuentre y yo encantada le anime a descubrirlo.


Lectura conjunta en el grupo Los libros de Carmen y amig@s


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6/6/17

Notas para Enma de Garth Callaghan.



Título: Notas para Emma.
Autor: Garth Callaghan.
Editorial: HarperCollins.
Fecha 1ª publicación: 2014
Págs: 216

Este libro es un llamamiento. Un llamamiento a despertar. A conectarse. A compartir los sentimientos. A hacer esa llamada telefónica. A escribir esa nota. Porque soy muy consciente de la fragilidad de la vida y de lo importante que es dedicar tiempo para relacionarse con aquellos a quienes amamos cuando todavía estamos presentes, cuando todavía podemos hacerlo.



Mi opinión.
Os traigo una lectura algo diferente a lo que acostumbro a escoger, a veces me auto-obligo a leer géneros diferentes, nunca sabe una lo que se va a encontrar y en algunas ocasiones he encontrado verdaderas joyitas. En este caso leyendo la contraportada me pareció que estaba cerca de ser un libro de autoayuda, género del cual no leo prácticamente nada, por lo que lo comencé con ciertos reparos, gané algo de confianza sabiendo que era esta una historia real

Callaghan, el autor de este libro, ha sufrido hasta tres diagnósticos de cáncer, lleva un tratamiento con efectos secundarios infernales, a través de estas páginas nos cuenta su batalla personal contra esta enfermedad, su lucha, el impacto que tiene en su familia, sus miedos. Pero lo que más le preocupa y aterra es dejar a su hija de 12 años, no verla crecer, no poder estar con ella en momentos importantes de su vida. Y sobre esto último es de lo que trata el libro porque aunque la enfermedad está presente no se centra tanto en ella como en el amor hacia su hija, en la relación padre/hija antes y durante el fatal diagnóstico.

Todos sabemos que la comunicación favorece las relaciones personales, no obstante, que difícil nos resulta ponerla en práctica y sorprendentemente más con nuestros seres queridos. Este padre encontró una bonita y especial manera de conectar con su hija, mediante unas notas escritas en servilletas de papel que cada mañana deslizaba en la fiambrera del almuerzo que él mismo le preparaba para ir al colegio. Comenzó cuando su trabajo le mantenía ocupado y fuera de casa demasiado tiempo, de esa manera, su hija sabía que él pensaba en ella. Después de que le diagnosticaran cáncer de riñón estas notas adquirieron mayor significado, si esa terrible enfermedad conseguía vencerle, esas palabras escritas le quedarían a su hija para siempre, así que decidió dejar escritas una por cada día hasta que Emma se graduara en secundaria por si él para entonces no estaba ya presente.

Cada capítulo comienza con una de estas notas, algunas son palabras de ánimo, de cariño, otras simples consejos de un padre a una hija.

Querida Emma: Si pudiera darte una sola cosa en la vida, te daría la capacidad de verte a tí misma a través de mis ojos. Sólo entonces te darías cuenta de lo especial que eres para mí. Te quiero. Papá.

¿Sabes lo que quieres hacer? Pues, ¡hazlo!. Te quiero. Papá.

Querida Emma: A veces, cuando necesito un milagro, te miro a los ojos y veo que ya he creado uno. Te quiero. Papá.

Otras son citas de personajes célebres, dichos o proverbios.

Si hay algo que no te gusta, cámbialo. Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud. (Maya Angelou) 

Sé un arco iris en la nube de alguien. (Maya Angelou).


Garth Callaghan y su hija Emma.


Una historia real relatada de forma sencilla, como si fuera un amigo el que nos contara lo que le ha sucedido y como lo está llevando. Emotivo porque de por sí el tema lo es, y porque desgraciadamente a casi todos nos ha tocado sufrir esta devastadora enfermedad con alguien cercano y por ello empatizamos rápidamente con él. Pero he de decir que me ha resultado un tanto repetitivo, era como contar lo mismo en cada capítulo con otras palabras. No tiene nada diferente a otros libros que tratan sobre este tema, ni nos dice nada nuevo que no sepamos, está bien si quieres como recordatorio de esos consejos que todos conocemos y que tanto nos cuesta llevar a la práctica, sin más.

No es un libro escrito con una prosa de gran belleza, no creo que ese fuera el objetivo del autor, más bien el de transmitirnos sus emociones, sus sentimientos, pero en su favor diré que sin llegar a resultar lastimero ni lacrimoso.

Quedémonos con el mensaje que nos deja, dediquemos tiempo a los nuestros, hagámosles saber lo que sentimos, lo importante que son para nosotros y hagámoslo ahora no vaya a ser que mañana sea ya muy tarde. Y por supuesto mantener siempre viva la esperanza.

Yo no lo volvería a leer, ni será una lectura que recuerde ni que me marque, pero ya sabiendo un poco más de lo que va, deciros que a los que os guste el tipo de libros para subrayar frases, este es el vuestro.




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11/5/17

Nieve de Maxence Fermine

Título: Nieve.
Autor: Maxence Fermine.
Editorial: Anagrama.
Fecha 1ª publicación: 1999
Págs: 105


Una fábula intemporal, que habla al lector de vida y de poesía, de amor y de muerte. En una lengua concisa y blanca, Maxence cincela una historia en la que la belleza y el amor tienen el mismo fulgor del haiku. También encontramos aquí el retrato de un Japón refinado, en el que, entre violencia y dulzura, la tradición es enfrentarse a las fuerzas de la vida.




Os dejo en esta entrada mi parecer sobre esta breve novela ambientada en Japón. Un bestseller en Francia, un libro que obtuvo muy buenas críticas cuando se publicó, y que sabiendo esto me digo que quizás soy un tanto rarita en cuestión de lecturas, porque yo no he logrado conectar con él. Tengo que ser yo, ya que son muchos los que opinaron bien sobre el libro, la esencia de la que hablan a mí me ha llegado muy levemente. De lo que no hay ninguna duda es de que los lectores tienen que saber que esta es una lectura particular.

A Yuko le llega el momento de elegir qué es lo que quiere hacer, a qué se quiere dedicar, lo tiene claro quiere ser poeta, a pesar de la desaprobación de su padre. Quiere escribir haikus, pequeños poemas de tradición japonesa compuestos de tres líneas y diecisiete sílabas que tienen su fuente normalmente en la naturaleza. La inspiración de Yuko, la blancura y pureza de la nieve, una obsesión que le lleva a aislarse en las montañas para admirarla y componer versos. Un día llega a su casa el poeta oficial de la corte y después de leer sus poemas le propone conocer al maestro Soseki, el cual le podría ayudar a perfeccionar el arte. Así que deseoso de aprender y mejorar Yuko viaja hasta el maestro, por el camino descubre a una hermosa mujer europea enterrada en un glaciar, esta mujer jugará un papel importante en esta breve historia.

Cargado de frases poéticas, en ocasiones algo rebuscadas para mi gusto, párrafos cortos y muchas metáforas, algunas más acertadas que otras. Hubo partes que parecieron bastante alejadas del estilo delicado con el que el autor estaba tratando de hacernos llegar "Al final, su miembro parecía una alcachofa pasada y el sexo de la muchacha una estría violeta". Particularmente a mí no me gusta, no me parece ni sutil ni suave.
No le encontraba demasiado sentido a muchas partes del libro con lo cual no pude entrar en la historia ni sentirla, "estaba muerta. Yuko se enamoró de inmediato de aquella bella desconocida", "él envejecería, por supuesto, y acabaría muriendo un día, pero el amor que sentía por aquella mujer no moriría, y el rostro dormido bajo el hielo no envejecería". Se me escapa de toda lógica, subyugado por una mujer muerta a la que acabas de encontrar, enamorado...seguramente, no obstante, seré yo que no he sabido aceptar ese lado surrealista de la historia.
Aquí y allá aparecen algunas frases que merecen la pena, como cuando habla del arte del poeta, del arte de escribir " el auténtico poeta, posee el arte del funambulismo. Escribir significa avanzar palabra tras palabra por un hilo de belleza, el hilo de un poema, de una obra, de una historia. Escribir significa avanzar paso a paso, página tras página, por el camino del libro."

No creo que sea el clásico libro en el que según vas avanzando cambies de opinión, quizás haya que leerlo sin buscarle un significado profundo, sólo dejándote llevar, algo que yo no he sabido o no he podido hacer con esta lectura.

Para los que hayáis leído Seda de Alessandro Baricco, deciros que es muy en esa línea, misma ambientación, misma estructura con capítulos muy cortos de apenas una página, narrado con una prosa poética, no se puede obviar que se parecen, que Maxence Fermine desde luego había leído Seda y de alguna manera se había inspirado en el libro.

Una historia corta muy lírica, en mi caso, una lectura fugaz que se desvanecerá como un copo de nieve al sol.

Independientemente de mi opinión, os recomiendo que si aún no lo habéis leído lo hagáis porque se finiquita en unas horas, y porque lo que aquí expongo son las sensaciones que esta lectura ha despertado en mí y que no tienen porque ser las tuyas.

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30/4/17

Reto 5 líneas: abril


Un mes más os dejo mi relato 5 líneas del mes de abril. Si os animáis a participar AQUÍ tenéis la información necesaria.

Las tres palabras de este mes han sido: ganar / camisa / compromiso .




El único compromiso que adquiría diariamente era el de maquearse esmeradamente antes de salir de casa, según él para ganar atractivo dada su escasa belleza natural. Siempre vestía de traje con la camisa abierta dejando ver un pecho musculoso y depilado, así se creía provocador. Para los del barrio era objeto de continua burla, rumoreaban que no se comía ni una rosca, habladurías que le traían sin cuidado, dado que a él lo que siempre le habían gustado eran los churros.
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27/4/17

Agua cerrada de Alejandro Palomas

                                                                    Título: Agua cerrada
                                                                    Autor: Alejandro Palomas
                                                                    Editorial: Ediciones Siruela.
                                                                    Año 1ª publicación: 2012
                                                                    Págs: 171


Agua cerrada no es sólo la historia de un presente que circula entre Barcelona, Venecia, Serena, Isaac y Elsa. Es también el retrato de un amor tranquilo en el que la vida irrumpe por sorpresa, desencallando a su paso secretos, mentiras, temores, perdones y anhelos, y dando forma a un nuevo escenario en el que sus protagonistas deberán aprender a caminar de nuevo más libres, más ligeros, más maduros.


Mis Impresiones
Una vez más acierto con Alejandro Palomas, me gusta la manera que tiene de enlazar las palabras para definir los sentimientos de los personajes de sus novelas, me gusta el qué y el cómo nos lo cuenta. Por esto seguiré leyendo y disfrutando sus libros y por eso no me cansaré de recomendaros que le leáis.

Agua cerrada es un libro corto, una lectura que no te llevaría más de un par de días sino fuera porque es tan delicada y sensible que tienes que parar para coger aire, para entender, para seguir.

Tres protagonistas, cada uno con su carga, sus frustraciones, sus carencias sentimentales, sus particulares dramas. Madre e hijo, Elsa e Isaac; hijo y novia, Isaac y Serena; y los tres, Elsa, Isaac y Serena. Elsa lleva años a cuestas con un secreto que ha decidido al fin confesarle a su hijo, Isaac se dispone a viajar con su madre, a descubrir no sólo una ciudad, también algo que no conoce, que no sabe, que no intuye, pero que dolerá. Serena, la novia, compleja, frágil, con sus silencios y su música, algo sucederá  y tendrá que acudir en busca de madre e hijo. A partir de este viaje todo cambiará para ellos...
Una vez Elsa eligió Venecia para intentar olvidar, para ahogar bajo sus aguas el secreto y la culpa que la atormentaban, pero no pudo y anduvo perdida en la vida durante 30 años. Porque a veces los secretos nos devoran la vida, porque a veces alrededor del secreto hay una gran cantidad de sentimientos que tenemos que ocultar y callar y nos consume, porque a veces necesitamos un perdón y sólo puede llegar si compartimos lo que ocultamos. Por todo esto, esta vez viaja a Venecia para contarlo, aún sabiendo que para el que lo va a escuchar puede resultar difícil encajarlo.

Narrado en un tono íntimo, poético, cada capítulo da voz a uno de los tres personajes dotando a la narración de un tono íntimo, haciendo que experimentemos cada escena del libro como si estuviéramos allí formando parte con los personajes, escuchando, sintiendo, sufriendo.



Una vez más Alejandro Palomas me lleva con el corazón en un puño, con la lágrima al borde del ojo, y con las ganas de querer más, de leerle más.




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