Leer, escribir, compartir

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31/3/18

Reto 5 líneas, Marzo


Relato escrito para el Reto 5 líneas que organiza Adella Brac en su blog Las palabras soñadas.

Las tres palabras a incluir en el relato del mes de marzo son: señora / árboles / leve.

Vengo de un lugar donde los sonidos y los olores los siento demasiado fuertes, donde apenas conozco a mi vecina a la que sólo oigo vocear. Y llego aquí donde poco se oye, si acaso la leve melodía de las ramas secas de los árboles al moverse, donde los aromas de la tierra me arrullan, donde cerca tengo a la señora del moño gris que se la siente feliz y no porque sonría mucho, es algo que emana de su interior y que yo envidio. Allí no quiero volver, de aquí no me quiero mover.
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28/3/18

Un hijo de Alejandro Palomas.

Título: Un hijo.
Autor: Alejandro Palomas.
Editorial: La Galera.
Año 1ªpublicación: 2015.
Págs: 243.

Siempre tengo ganas de traer al blog a Alejandro Palomas, en esta ocasión os quiero hablar de Un hijo, libro que se publicó en 2015 y que fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en el 2016. Que no os confunda este premio, no es este un libro escrito para niños y que los mayores puedan también disfrutar, es justo lo contrario un libro escrito para adultos que resulta más que aconsejable para los más jóvenes.

Guille es el protagonista de esta emotiva historia, Guille de tan sólo 9 añitos, que podría ser mi hijo, el del vecino, el amigo de mis nenes, Guille es todos los niños del mundo. Con esa imaginación desbordante, con una sensibilidad especial, con esa ingenuidad infantil y con esa lógica aplastante que sólo los niños tienen y que en más de una ocasión te deja sin palabras.

¿Qué queréis ser de mayor?  una pregunta sin importancia, una respuesta inocente de un niño, y una profesora atenta, entregada, darán pie a conocer la historia de Guille, a descubrirle, a saber las causas de la ausencia de su madre, a saber de esos secretos que como toda familia guardan.
Esta pregunta que a todos nos han hecho y que hemos hecho a nuestros hijos en algún momento es abrir todo un abanico de respuestas a cada cual más sorprendentes y más ingenuas, futbolistas, actrices, cantantes, superhéroes, magos, veterinarios...tantas respuestas como abierta es la mente de un niño. Son los sueños que un día tuvimos y que los creímos factibles, sin saber que más tarde, en la mayoría de los casos, la vida se encargaría de reemplazarlos por otros.
Guille quiere ser Mary Poppins no como ella sino ella, volar, decir la palabra mágica, esa tan larga que todos nos aprendimos con la película (supercalifragilísticoespialidoso...) porque quizás cantándola muchas veces su madre vuelva o su amiguita Nazia no tenga que casarse con un hombre treinta años mayor que ella al que no conoce y tal vez pueda quedarse en el cole y seguir jugando juntos. Es Guille un niño de una hipersensibilidad especial que a su padre no le acaba de gustar y que siempre intenta corregir. No le gusta jugar al fútbol, ni al rugby ni a nada que tenga como objeto principal del juego una pelota, a él le gusta bailar, a él le gusta disfrazarse de Mary Poppins y cantar, a él le gusta recoger flores, a él le encanta leer. Y todo lo hace con esa ilusión desmedida que los niños poseen.

Deberíamos los mayores liberarnos de prejuicios y dejar que los niños se expresen como más feliz les haga, sobreponer el amor y la felicidad de ellos.

Este pequeño vive con su papá, Manuel, extrañando los dos cada día a la mamá ausente. Tan sólo juega con Nazia, su amiguita paquistaní la mar de simpática. Guille es un niño extrañamente feliz y digo extrañamente porque su entorno, sus circunstancias no son las más propicias para ello, todo lo contrario, a medida que avanzamos en la lectura nos iremos dando cuenta de la verdadera situación familiar. 

Es un error pensar que los niños no se enteran de nada, que los problemas de los adultos les pasan desapercibidos, entienden lo que se cuenta y lo que se silencia. Posiblemente lo que no sepan es exteriorizarlo verbalmente. Hay que sentarse con los niños saber escucharles y darles las respuestas que necesitan. A veces pasa que son ellos los que nos acaban dando una lección de vida, como sucede con Guille en el final de esta historia, un final que te hace tragar saliva, que te ardan los ojos y se te forme un nudo en la garganta.

Cuatro serán las voces que nos lleven a través de las páginas, Guille, su papá Manuel, Sonia la profesora y María la orientadora, cuatro voces, cuatro miradas distintas.

Se lee muy fácil, por la sencillez efectiva para contar esta tierna historia que fluye sin problemas, que te lleva página a página queriendo saber más de Guille. Me gusta la sensibilidad de Alejandro Palomas para retratar a este niño tierno e imaginativo, a este niño que te emociona hasta el llanto.

Mención aparte merece la portada, una fotografía que lleva por título free your mind (libera tu mente) de Catrin Welz Stein. Ilustra perfectamente la imaginación desbordante de los niños, todo el mundo de fantasía que habita en ellos.

Si decidís leerlo, os emocionará, os gustará Guille seguro.





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11/3/18

La niña del faro de Jeanette Winterson

Título:La niña del faro.
Autora: Jeanette Winterson.
Editorial: Lumen.
Año 1ª publicación: 2004.
Págs: 199.

En un pequeño pueblo pesquero escocés vivía una niña llamada Silver junto a su mamá, papá nunca conoció, en una casita inclinada en lo alto de una montaña. Un día su mamá sufrió un desgraciado accidente y con apenas 10 añitos se quedó huérfana y sola en el mundo. Pero entonces apareció Pew el guardián del faro quien se hizo cargo de ella. Pew era un hombre ciego, solitario, con un precioso don, una prodigiosa habilidad para narrar historias. Silver acogía estos relatos con enorme curiosidad, encontró en ella a una gran oyente. Entre todas las historias que le contó, destacó la de Babel Dark, un lugareño arrogante, oscuro, que vivió una doble vida, desgarrado entre el deber y el deseo. Enamorado de una guapa pelirroja, Molly, a la que abandonó preso de los celos, y casado con una buena mujer a la que no quiso y con la que se conviertió en un hombre atormentado.
Silver se sentía bien viviendo con el cariño del viejo Pew, así como el faro es una luz que transmite seguridad en la oscuridad a los marineros, así era Pew para Silver, amparo, protección, su luz.
Hasta que un día el progreso llegó a este pequeño pueblo dispuesto a automatizar el faro lo que significó que ya no necesitarían de Pew y Silver para mantenerlo. Les llegó el momento de decirse adiós y cada uno partió por separado. Una vez más se volvió a quedar sola, para ella sólo cabía ir hacia adelante, no tenía donde volver ni con quien, nada a quien anclarse, debía de ir en busca de nuevos comienzos "¿por dónde empezar? difícil en las mejores circunstancias, más duro cuando tienes que volver a empezar". Silver no tenía más opciones que la de seguir y embarcarse en su propia historia. Y no fue fácil para ella fuera del faro donde había vivido desconectada de la vida del día a día, no le fue fácil buscarse un trabajo, no le fue fácil incluso inscribirse en una biblioteca ya que no tenía ninguna dirección fija, por entonces dormía en una posada, no le fue nada fácil vivir. Diferentes sucesos la llevaron a estar internada en un manicomio durante una temporada, psicosis le dijeron que padecía "falta de contacto con la realidad". "Desde entonces, he estado intentando descubrir qué es la realidad para poder tocarla". Y así siguió deambulando por la vida buscando una estabilidad que nunca tuvo y que siempre anheló.

Cómo nos gusta desde niños que nos narren historias, ese poder que tienen las palabras para transportarnos a otros tiempos, a otros lugares. A través de ellas descubrimos el mundo que nos rodea, despiertan nuestra curiosidad, nuestra imaginación, encontramos en las historias reflejos de nuestra propia vida. Pew utilizó las historias para combatir la soledad de Silver, para enseñarle en cada una una lección de vida, para que la acompañaran siempre, para que fuera capaz ella de inventar, de contar, de crear las suyas.

A pesar de que te embarga una sensación de tristeza por ella y por su soledad desde las primeras páginas, el humor siempre hace acto de presencia aligerando el tono grave. Estos cambios en el tono de la narración hacen que el lector pase por diferentes emociones, de sentir pena, tristeza, a sacarte de repente una sonrisa, y lo hace sin que lo esperes, casi por sorpresa, lo trágico y lo cómico se interponen en esta historia haciéndola si cabe más especial.

Winterson entremezcla personajes históricos como Darwin, escritores como Robert Louis Stevenson también visitan esta historia ,su novela El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde ilumina la vida de Babel Dark, que bien podría haber servido de modelo para dicha novela.

Extraña quizás, breve y conmovedora, con un lenguaje que raya la poesía, párrafos fragmentados, frases cortas cargadas de sentimiento, un derroche de metáforas, así es La niña del faro.

Algo tiene de cuento de los de antaño, de esos para contar antes de ir a la cama, algo tiene que me gusta, que me ha gustado mucho, que no he podido alejarme de ella hasta llegar a la última página.

Una delicada novela que he leído con verdadero deleite.

A veces son los libros los que nos llevan de una lectura a otra, otras los autores que hacen alusión a ciertos escritores en sus libros o en entrevistas, como en este caso Alejandro Palomas, el traductor de este y otros libros de Jeanette Winterson al que le debo haberme descubierto esta autora que me habría pasado desapercibida de no ser por él.

Me despido de vosotr@s con una de las muchas frases que este libro nos regala.
Nunca te fíes de lo que ves. No todo puede verse. Pew le dice a Silver y ya lo dijo también El principito, lo esencial es invisible a los ojos.




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