Leer, escribir, compartir

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28/3/19

La mujer justa de Sándor Márai.


Título: La mujer justa.
Autor: Sándor Márai.
Editorial: Salamandra S.A
Págs: 415.
Año 1ª publicación: 1941, Hungría.

No es un libro que escogí por la sinopsis, o por la portada, o por el autor, el cual me era totalmente desconocido. Una amiga me lo recomendó y no lo dudé, me fío de su criterio y hice más que bien pues ha resultado ser una muy buena lectura.

Más de una vez hemos oído decir que de una misma historia existen más de una versión, tantas interpretaciones como personas implicadas, y que incluso escuchando a todas las partes quizás no llegues a ninguna conclusión, porque cada uno la ha vivido tal como la cuenta, para cada uno es su verdad. Y es que cada cual da importancia a diferentes detalles, por supuesto influye también el tiempo y lo que hace con la memoria, no siempre recordamos lo mismo e incluso nos gusta adornar la historia olvidando datos e inventando otros.

En este caso, tres son las perspectivas que se nos muestran, la de la esposa, la del marido y la de la ¨otra¨. Tres miradas en un triángulo amoroso.
Comienza Ilonka, la primera esposa, sentada en una pastelería junto a una amiga, le cuenta como fue su matrimonio hasta darse cuenta de que su marido guardaba un gran secreto, un gran amor. Lleva años ya divorciada cuando lo está contando, pero su voz es la de una mujer que amo y que no olvidó. Luego será la voz de Peter, el marido, quien le confiese a un viejo amigo de su pasión abrumadora por la criada que trabajaba en casa de sus padres, por la que acabó dejando a su mujer y su posterior fracaso. Le habla de las dos y de sus relaciones familiares, así descubrimos a un hombre con una vida aburrida, demasiado protocolaria. Era un burgués que vivía como si la sociedad le hubiera impuesto un papel con unas normas que debía cumplir. Vivió en un tedio horroroso y sofocante. Para él enamorarse de la doncella significaba una rebelión contra esa vida rigurosa que llevaba. Y por último es Judit, la razón por la que el primer matrimonio con Ilonka llega a su fin, le cuenta a su amante en una habitación de hotel su historia, su relación con Peter y con su familia. También le habla sobre sus orígenes humildes, lidiando con la pobreza extrema. Deducimos que lo de esta era más ambición y menos amor, anhelaba la vida que Peter le podía ofrecer, quería probar lo que es vivir sin faltarle de nada.
Al final todos pierden lo que quieren.

Son tres monólogos honestos, que no obtienen respuesta de los interlocutores a los que se dirigen, actúan estos como simples oyentes. Y nosotros los lectores somos los intrusos que oímos estas conversaciones privadas, estas confesiones de los protagonistas. El de la primera mujer apasionado, el de Peter, más cerebral, más cínico, el de Judit más inquietante.  Tres relatos de una verdad tan distintos como el origen social de cada uno de los protagonistas, con una voz propia cada uno. En cualquier caso más allá de la simple historia, está la maestría de Márai de explorar y mostrarnos de forma sublime los sentimientos que se generan entre dos personas, sea amor, desilusión, decepción... al igual que la diferencia de clases sociales tan bien expuesta en los monólogos de cada uno.

Como trasfondo no se puede obviar la descripción de Budapest durante la Segunda Guerra mundial, el trasfondo histórico durante toda la narración, el declive de aquellos que lo tenían todo y vieron como lo perdían.

Con una historia en principio tan trivial, ha conseguido involucrarme a través de su escritura tan cautivadora. Porque aquí lo que importa no es la trama, sino las palabras, que no malgasta ninguna, que brillan. No es especialmente una lectura conmovedora, pero sí es elegante

No os quedéis sólo con el triángulo amoroso, trata de mucho más, de la felicidad que a veces se despista y se aleja de nosotros, del amor tan fácil y tan complicado, de la guerra, de todo lo con ella se pierde, de la importancia de la cultura hoy y siempre, del dolor de tener, de querer y de perder y de la persona justa, ¿existe?...

Lo que está claro es que cada cual posee una mirada distinta para ver lo que le llega y un corazón diferente para sentirlo.

La razón no puede iniciar ni detener los sentimientos. Pero puede disciplinarlos. Los sentimientos, cuando se vuelven peligrosos para uno mismo y para los demás, se pueden enjaular.



Márai fue uno de los escritores más famosos de Hungría en la década de 1930, célebre por sus novelas como ¨Los Rebeldes¨ y  ¨El último encuentro¨. Fue un anti-nazi comprometido, opositor del fascismo. Tuvo que huir de Hungría y se instaló en Estados Unidos. En 1986 muere su mujer, con la compartió más de sesenta años, poco después fallece también su único hijo, a partir de entonces la tristeza se apodera de su vida, poco a poco se va apagando hasta que en 1989, olvidado y solo, se suicida, tenía 88 años.




4 comentarios:

  1. ¡Hola! No nos suelen gustar los triángulos amorosos pero te haremos caso e intentaremos dejarlo atrás.
    Besos

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  2. Hola!con curiosidad de principio a fin de la entrada.puede gustarme mucho.gracias!! Abrazosbuhos.

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  3. ¡Hola! No conocía la novela pero la verdad es que siento curiosidad por esta historia así que me la llevo apuntada. ¡Besos!

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  4. ¡Hola!

    Pues lo cierto es que no conocía todo eso, así que ha sido enriquecedor descubrirlo gracias a ti.

    Un abrazo

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